Este jueves se dieron a conocer dos posibles feminicidios en el estado de Puebla, perpetrados contra Laura Rosete Infante, en el municipio de Chignahuapan; y Aurora Navarrete Nájera en Tulcingo del Valle, los cuales representan el segundo y tercer caso del mes de junio y el 49 en lo que va del año.
En el primer caso, Laura Rosete, de 35 años de edad, fue encontrada sin vida en las inmediaciones del Libramiento Chignahuapan-Zacatlán, a causa de dos disparos en la cabeza, según la carpeta de investigación 164/2017.
Mientras Aurora Navarrete, de 20 años de edad, fue hallada muerta al interior de su casa, junto al de su pareja sentimental, identificado como Juan Manuel García Chávez.
Apenas el 4 de junio, María Azucena Lara Hernández, de 21 años de edad, fue encontrada degollada y apuñalada al interior de su casa en la colonia San Rafael, en el municipio de Tehuacán.
Su hallazgo se dio por parte de los mismos familiares, quienes al no saber de María Azucena por varios días, se trasladaron a su vivienda para buscarla.
El cuerpo de la mujer presentaba varias heridas de arma punzocortante.
Tan sólo en mayo, se cometieron 10 crímenes de odio entre los cuales llama la atención que uno de ellos se efectuó al interior del penal de San Miguel, durante una visita conyugal.
De los 10 feminicidios, tres permanecen todavía en calidad de desconocidas.
El primer feminicidio de mayo se cometió en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez. Se trató de una mujer de 25 años de edad, quien fue encontrada en estado de descomposición en la comunidad de Santiago Tepatlacolco, donde al parecer habría sido enterrada viva.
También está el caso de otra femenina encontrada asfixiada con una bolsa de plástico atada a la cabeza, el pasado 13 de mayo, en un hotel ubicado en el Barrio de Maquixtla, del municipio de Zacatlán.
Posteriormente, una mujer de 40 años de edad, quien era conocida como la Güera, fue hallada al fondo de una cisterna en la unidad habitacional SNTE, de la ciudad de Puebla. Según la necropsia fue golpeada en la cabeza antes de aventarla al depósito.
El pasado 29 de mayo, fue encontrado sin vida el cuerpo de Yolanda Badillo al interior de su casa en la comunidad de San Pedro Atmala, en el municipio de Zacatlán.
Yolanda presentaba varias cuchilladas en el tórax.
Mientras Tulia Ginés Morales, de 36 años de edad, fue apuñalada por su esposo en el municipio de Tepexi de Rodríguez. La mujer pasó al menos 20 días en el hospital hasta que falleció. El feminicida después se suicidó al ingerir veneno para matar ratas.
El pasado 24 de mayo, Bárbara N fue también asesinada por su marido de nombre Crescencio, frente a su hija de apenas cinco años.
El hombre después de matarla la dejó semienterrada en el patio de su casa en la comunidad de San Jerónimo Coyula, en el municipio de Atlixco.
Tres días después, el hombre se entregó a las autoridades a las que confesó el asesinato. La información fue confirmada por la hija quien identificó a su padre como el feminicida de su madre.
También en mayo, Emilia Ruíz, de 25 años de edad, fue ultimada a siete machetazos en el rostro y cuello. Su cuerpo fue hallado en el municipio Zoquitlán.
Al final, Rocío Edith Sánchez fue asesinada por Jorge Salvador, durante la visita conyugal del penal de San Miguel en Puebla. Las primeras versiones apuntan que el feminicida, quien ingresó en 2014 al penal de Puebla por el delito de homicidio, habría acabo con la vida de su pareja porque esta decidió terminar la relación.
A pesar que se pidió el auxilio de paramédicos, autoridades penitenciarias confirmaron que la mujer falleció al instante.