Aunque 48 horas después, Andrés Manuel López Obrador dio la noticia que esperaban muchos: el acuerdo con tres empresas que habían construido gasoductos para que el carburante pueda llegar a varios sitios del país, incluida Mérida, que padece desabasto.
La noticia se hizo en Palacio Nacional, donde estuvo Carlos Slim, el magnate que ha tenido encuentros y desencuentros con el mandatario, no obstante que antes su relación era magnífica. Ahora, el ingeniero dijo que lo importante no era cuánto se había crecido en estos diez meses sino las posibilidades que tiene México para ir adelante.
La firma no se lograba realizar, según Raymundo Rivapalacio, ya que Manuel Bartlett, secretario de la CFE, quería incluso que se llegara a la expropiación de las obras. Hasta que López Obrador ordenó que el acuerdo fuera ya, pues las presiones estadounidenses y de las compañías involucradas eran muy serias (El Financiero, 27 de agosto).
De inmediato, el Consejo Coordinador Empresarial (Carlos Lomelí) y el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (Antonio del Valle), señalaron que ello posibilitará que entre el gobierno y la iniciativa privada se planteen mil 600 proyectos en carreteras, agua, educación, salud, puertos y aeropuertos. Hay, pues, señalaron, condiciones para que la inversión privada fluya. A este alborozo se sumó la Concanaco (José Manuel Campos). La agencia Moodys, también celebró el anuncio y dijo que se ampliará el crédito a las empresas. Incluso algunos periodistas aplaudieron a petición de Andrés Manuel, contrastando lo que ocurrió en febrero de 2015, cuando Enrique Peña Nieto les dijo a los reporteros que ellos no le batían palmas a sus iniciativas.
Según la versión oficial, con esta negociación México se ahorrará 4, 500 millones de dólares en los próximos años. En contrario, el columnista Salvador García Soto (El Universal, 27 de agosto), citando expertos sin precisarlos, dijo que el trato le costará a nuestro país 700 millones de dólares más y el plazo será de 35 años en lugar de 30.
Discusión que debe ventilarse, necesariamente, con los documentos en la mano. Pero lo que ahora queda como resultado es que México debe priorizar las energías limpias: hídricas, eólicas, solares, etc. en vez de las actuales de petróleo, carbono y gas, amén de consultar con los pueblos originarios acerca de las nuevas obras y hacerlos participar en su uso y beneficio.
El asunto importa, ya que es necesario reactivar la economía, y no es con crecimiento cero que se puede dar el desarrollo social, como alguien supone. Más bien es creciendo más y mejor. Y en los últimos meses, por ejemplo, hemos tenido un descenso muy grave en la construcción, donde se han perdido cerca de 29 mil empleos, ya que hemos bajado 5.3 por ciento en promedio y 7.8 en junio. Hay que reactivar ese y otros sectores, como apunta Enrique Quintana (El Financiero, 27 de agosto).
Máxime que los programas estrella del gobierno Jóvenes Construyendo el Futuro y el de adultos mayores, entre otros, no han cumplido sus metas. En el primero hay molestias, reclamos y hasta aparentes engaños, según diferentes reportajes (El País, 25 de agosto). Y en el segundo, incluso la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo que en septiembre, del 13 al 15, se podrá normalizar la cantidad de dos mil 250 bimestrales que se les dará a 600 mil personas (La Jornada, 27 de agosto).
También se informó que habrá una beca para varios millones de niños, de 330 pesos mensuales. Lo que posibilitará que el gasto familiar se destine a otras cuestiones y no a los útiles escolares y la cantidad de materiales que se necesitan en este terreno.
Tiene razón el doctor en economía de la UNAM, Arturo Huerta, ni los dos programas citados: Jóvenes Construyendo el Futuro y la pensión a adultos mayores, más el que se replica en Centroamérica, Sembrando Vida, o sea, la colocación de árboles frutales; entre los tres no pueden contrarrestar los recortes llevados a cabo en el gobierno federal y mucho menos los que ocurren en diferentes empresas e industrias. La baja en la actividad económica se nota en los supermercados, fondas y restaurantes, por eso la cantidad de ofertas existentes.
Las políticas sociales, añade Huerta, han estado presentes a lo largo de más de treinta años y lejos de resolver los conflictos, la pobreza ha aumentado
Se requiere, entonces, que el gobierno invierta en muchos proyectos y apoye al capital empresarial mediano y pequeño, el cual crea más ocupación, produce un círculo virtuoso y acompaña los grandes planes nacionales.
Por cierto, antes del informe presidencial, que será como antaño en un recinto cerrado y no en la Cámara de Diputados, López Obrador dio instrucciones para que el presupuesto del 2020 tenga como prioridades la salud y el combate a la inseguridad.
¿Será este el momento de un punto de quiebre ante varios meses no tan favorables para la mayoría de la población?
@jamelendez44