En dos semanas concluye la gestión del tercer alcalde del municipio de Puebla de extracción panista; al concluir su gobierno, su valoración es ligeramente superior a la de inicio, que fue muy alta. De los seis últimos presidentes del municipio mencionado, Eduardo Rivera es el segundo mejor valorado al término de su gestión, el primero fue Mario Marín Torres: el blanquiazul tuvo 22 opiniones positivas por cada 10 negativas, el tricolor 34 positivas por cada 10 negativas.
Días previos a la toma de posesión en febrero de hace tres años, 42 por ciento de los ciudadanos del municipio de Puebla que disponen de teléfono fijo en sus hogares asoció a Eduardo Rivera con atributos positivos, 5 por ciento lo relacionó con atributos negativos, 22 por ciento permaneció neutral y 31 por ciento no opinó. Esperaban de él una administración eficiente, honesta y que combatiera la inseguridad pública.
En enero de 2012 y 2013, más de la mitad de los ciudadanos manifestó que el principal problema de las colonias y del municipio de Puebla era la inseguridad pública, y cuando el gobernador Rafael Moreno Valle recuperó los elementos de seguridad asignado a la alcaldía, favoreció en lugar de castigar a Eduardo Rivera, éste ya no asumiría el costo de la creciente inseguridad del municipio. En esos mismos años, más de la mitad de los ciudadanos se declaró satisfecho con la obra pública realizada por el presidente municipal (guarniciones, banquetas, pavimento, puentes y alcantarillado) y dijeron, en respuesta espontánea, que las obras y servicios públicos eran el mejor servicio que había prestado el alcalde, y calificaron, en una escala del 1 al 10, con 6.5 puntos los servicios en 2012 y 6.8 puntos en 2012. Para la mitad de los ciudadanos la principal característica de la gestión municipal fue la eficiencia y honestidad y siete de cada 10 ciudadanos le atribuyeron a Eduardo Rivera liderazgo, credibilidad, honradez, capacidad para resolver conflictos y aprobaron su gestión, según las encuestas telefónicas aplicadas por este semanario en los años mencionados.
La mayoría de los ciudadanos del municipio de Puebla se sintieron identificados con el alcalde, siempre esperaron de él eficiencia, honradez y resultados, y por la aprobación y calificación de de su gestión, se sienten satisfechos. En su gestión, Mario Marín inició con un índice de aceptación de 130 puntos y concluyó con 134 puntos; Eduardo Rivera empieza con 123 y concluye con 126 puntos. El índice de valoración de gestión tiene una base 100 a la que se le suman las opiniones positivas y se le restan las negativas, el rango de variación es de 0 (si todos los ciudadanos opinan mal) a 200 (si todos los ciudadanos opinan bien). Los registros finales de gestión de Luis Paredes Moctezuma, Enrique Doger Guerrero y Blanca Alcalá fueron menores a los de inicio y lo inverso con Gabriel Hinojosa.