En el capitalismo no importa el color del logotipo y mucho menos importan las personas que se ostenten como candidatos; no importan las promesas que hagan ni la demagogia que puedan verter durante la campaña, lo que importa es que verdaderamente respondan a los intereses de la clase gobernante y los grandes negocios que han venido desarrollando durante ya varios sexenios a partir de la apropiación de los que alguna vez fueron bienes públicos y nacionales.
Así, podemos observar que tanto la candidata del PRI como el candidato del PAN pueden despedazarse durante esta campaña en Puebla, gastar fortunas (con fondos públicos y privados de dudosa procedencia) en propaganda ofensiva y en la compra del voto, pero una vez que definido el ganador o ganadora lo mismo da, a través de un proceso electoral desaseado y muchas veces fraudulento, se desgarrarán las vestiduras, se perdonarán las ofensas y una vez más harán las pases y buscarán la forma de repartirse el botín, encubrirse mutuamente sus delincuenciales acciones cometidas (rebase de topes de campaña, espionaje telefónico, compra y coacción del voto, intentos de asesinato, etcétera) al calor de la campaña que pronto se olvida, y seguir adelante con el saqueo de la riqueza del estado, haciendo negocios privados con los fondos públicos.
Marx definía con claridad lo que bajo estas circunstancias significaba la clase burguesa como la clase social dominante en el capitalismo, la que aprovechando que tiene en sus manos el poder (y de ninguna manera está dispuesta a compartirlo y menos a perderlo por la vía democrática), ha ido perfeccionando sus mecanismos de permanencia y control entre los que se encuentra la simulación de una contienda electoral, donde ahora ya ni siquiera se cuidan las formas mínima de decoro en el lenguaje y en las acciones.
En todo caso, debe estar claro que sean quienes sean ellos, son los enemigos de la clase trabajadora, de las clases populares y hasta de los pocos empresarios honestos que existen en la entidad, pues los desplazan y privan de las oportunidades que pudieran tener para desarrollarse.