La memoria es pesada. La historia es una. Una memoria pesa y duele, levanta y recuerda que somos seres sociales. Pese a que es un terreno inhóspito y difícil de conquistar es necesario tenerla presente, no obviar y más bien hacer que el recuerdo que ha marcado la vida salga y regrese a la sociedad.
En ello, reparó la escritora y periodista Laura Athié, impulsora al lado del editor y gestor cultural Efrén Calleja de Lem, Centro de producción, lecturas y memorias, un lugar dedicado a recuperar, vitalizar y reconfigurar la memoria.
Durante una rueda de prensa, Athié y Calleja presentaron de manera formal a Lem, un espacio ubicado en el Centro Histórico, en la 2 Poniente 518 interior 8.
Lem es, define Athié, una forma de rescatar aquellas historias que no caben en lo oficial, sino de aquellos “los comunes y los corrientes”.
Se trata, agregó, de ver mas lecturas que cualquier ciudadano hace sobre la realidad, y cómo esta vive y se transforma.
Expuso que los talleres que ofrece Lem son tan solo una primera manera de accionar la memoria, lo mismo en lineas que tienen que ver con la imagen como la fotografía, y con los libros –a través de asuntos editoriales–.
En ese sentido, Efrén Calleja dijo que preparan dos proyectos paralelos que “son la tarea mayor” de Lem. Se trata de dos convocatorias pensadas para estudiantes y para las familias y los viejos.
La primera, denominada Semillas lem, estará bajo la coordinación de Efrén Calleja para que estudiantes de preparatoria y licenciatura reciban asesorías semanales por dos meses, sobre temas relacionados al centro.
Con ello, se podrán editar y producir materiales educativos, editoriales, digitales, vivenciales y festivos. Los estudiantes deben de comprometerse a asistir a tutorías para generar un proyecto como documento de trabajo para llevar a la realidad.
La otra, denominada Lem busca historias, con Laura Athié, busca rescatar las historias de vida de las familias, sobre todo de los abuelos.