Sin guardar las formas, el panista Rafael Moreno Valle Rosas convirtió su último informe como gobernador de Puebla en el primer acto proselitista, con evidente uso de recursos públicos, en pos de la candidatura a la presidencia de la República.
En efecto, el evento realizado en el auditorio de la llamada “Ciudad Modelo” de San José Chiapa, careció de datos novedosos y relevantes, pero el discurso fue abundante en la reiteración del que parece ser ya el slogan de su campaña: “el cambio es posible”. Hubo además porras nada espontáneas que clamaban empleados de tercer nivel de su administración: “¡Rafa Presidente!”, “¡Rafa Presidente!”.
La táctica de este domingo pudo haber incluido a los reporteros de varios de los medios de comunicación que están alineados al morenovallismo, pues algunos confiaron a esta casa editorial que desde sus jefaturas les ordenaron preguntar, hasta obtener respuesta, a los invitados especiales –gobernadores, senadores, diputados federales- si les parecía que Moreno Valle era presidenciable. Y así lo hicieron.
La arenga del aún mandatario poblano fue la de un candidato. Enfatizó que “la sociedad exige un cambio que se caracterice por el respeto a la pluralidad y los derechos humanos, que busque igualdad en las oportunidades, dejando atrás políticas sociales paternalistas; un cambio de política económica que convierta al gobierno en promotor de la productividad y la sustentabilidad sin recurrir al endeudamiento y que concrete el esfuerzo en objetivo medibles”.
Hizo hincapié que “la única forma de vencer a la demagogia populista, es entender y resolver las causas de irritación social: el ciclo de la Post-verdad, se ha manifestado a nivel global, a través del surgimiento de movimientos populistas, tanto de izquierda como de derecha, que mienten como estrategia política, mienten sin pudor alguno, atacan a los que no comparten el pensamiento único, y sobresimplifican tanto problemas, como soluciones” (sic).
Pero el mensaje final no pareció sólo dirigido a Andrés Manuel López Obrador -quien es el líder en las encuestas rumbo a la elección de 2018 y a quien sus adversarios califican de “populista-; también hubo alusiones al actual régimen priista, pues dijo que, por la corrupción y la ineficiencia, la gente está harta de la clase política.
“¡Se necesita un cambio que defienda a México y a los mexicanos, incluso, de Donald Trump!”, aseveró.
Falta convocatoria
No obstante, en su último informe como gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle no tuvo el poder de convocatoria que mostró en actos previos, pues acudieron sólo 17 de los 22 homólogos que confirmaron su asistencia hoy, al acto protocolario que se celebra en la llamada “Ciudad Modelo” de Audi.
Al desaire de los mandatarios hay que sumar la ausencia de dos de los presidentes nacionales de los partidos políticos que lo llevaron al poder: Alejandra Barrales Magdaleno, del PRD, y Dante Delgado Rannauro, de Convergencia.
Los aliados de peso que en otros informes acudieron a los informes, como el líder de la bancada del Sol Azteca en el Senado, Luis Miguel Barbosa Huerta, de origen poblano, tampoco llegó al acto protocolario de este domingo.
Como representante de la presidencia de la República fue designada, Rosario Robles Berlanga, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Insiste en que no hay deuda
En su discurso y en un video que dio inicio al acto, Moreno Valle insistió en que las obras de infraestructura durante el sexenio y a las que según él se le dedicaron más de 72 mil 500 millones de pesos, no implicaron deuda.
Resaltó que de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, las obras de estos seis años fueron realizadas sin pedir un sólo peso prestado: “Disminuimos el gasto corriente del presupuesto total, eliminando conceptos como la renta de inmuebles, retirando vehículos al servicio de funcionarios y recortando un 20 por ciento el salario de los altos mandos, incluyendo el mío”.
Admitió que Puebla enfrenta un importante reto en el robo de hidrocarburos, por lo que exhortó a los legisladores federales presentes, a modificar el artículo 19 de la Constitución, para que quienes sean procesados por este delito, no puedan alcanzar su libertad.
Tras presentar los casos de éxito alcanzados durante su gestión, Moreno Valle reconoció que aún hay mucho por hacer y confió en el compromiso del gobernador electo, Tony Gali, con el bienestar de los poblanos.
Anunció que en los días que restan de su mandato, se inaugurarán obras por más de 5 mil millones de pesos, “los último días de mi gobierno seguirán siendo de logros para los poblanos. El trabajo realizado sólo es el inicio de lo que se requiere, pues el verdadero cambio es un proceso continuo”.
Finalmente agradeció a los poblanos la confianza otorgada para servirles como gobernador: “siempre creí que el cambio, es posible y en Puebla, ya comenzó”.
En el acto solemne, acompañaron al Ejecutivo: en representación del presidente Enrique Peña Nieto, la titular de la Sedatu, Rosario Robles; los líderes de los partidos políticos Acción Nacional, Ricardo Anaya; Nueva Alianza, Luis Castro; de Encuentro Social, Erick Flores; y del Trabajo, Alberto Anaya; así como el presidente del Congreso de la Unión, Javier Bolaños.
También sus homólogos de Aguascalientes, Martín Orozco; Baja California Sur, Carlos Mendoza; Michoacán; Silvano Aureoles; Chiapas, Manuel Velasco; Ciudad de México, Miguel Mancera; Colima, Ignacio Peralta; Durango, José Aispuro; Estado de México, Eruviel Ávila; Guanajuato, Miguel Márquez; Guerrero, Héctor Astudillo; Hidalgo, Omar Fayad; Morelos; Graco Ramírez; Nayarit, Roberto Sandoval; Querétaro, Francisco Dominguez; Quintana Roo, Carlos Joaquín; Sinaloa, Quirino Ordaz; Tabasco, Arturo Núñez; Jalisco, Aristóteles Sandoval y Tlaxcala, Marco Mena.