Un cazabombardero F-16 de la fuerza aérea de Turquía, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lanzó un misil que derribo a un avión ruso, en la zona conocida por los turcos como Montaña Turkmena.
De acuerdo a Moscú, el bombardero ruso SU-24MC regresaba de cumplir una misión contra los yihadistas en Siria. Por otro lado, según Ankara el avión no atendió las advertencias previas al ataque e invadió su espacio aéreo.
Al respecto, el presidente ruso Vladímir Putin afirmó que “El derribo del SU-24 es una puñalada por la espalda que dieron a Rusia los cómplices de los terroristas”, esto al termino de su reunión con el rey de Jordania, Abdala II.
Además, acusó a Turquía de no intervenir en el conflicto sirio por los beneficios que recibe del petróleo que saca del país mediterráneo.
“Desde hace tiempo, hemos detectado en Turquía grandes cantidades de petróleo, sacado de Siria, el cual genera inmensos flujos de dinero, parte de los cuales sirve para armar a los grupos terroristas, y ahora además recibimos de los cómplices del terrorismo puñaladas por la espalda, golpes traicioneros contra nuestros aviones, y eso que firmamos con nuestros colegas estadunidenses un acuerdo para evitar incidentes en el aire”, agregó Putin.
Por su parte, el primer ministro de Turquía Ahmet Davutoglu, declaró que únicamente ejerció su derecho a defender la soberanía nacional, ante el SU-24 que ingreso en Turquía por la zona de Yayladag en la provincia de Hatay y que, a pesar de las diez advertencias enviadas en un periodo de cinco minutos, este rechazó las ordenes de abandonar el espacio aéreo turco.
Sin embargo, Putin insiste en que el avión no representaba ningún peligro, ya que en que el misil turco impacto el avión ruso cuando este se hallaba a un kilometro de la frontera de ese país.
Con información de La Jornada en Línea
P.P. M. Meléndez / La Jornada de Oriente