El obispo Felipe Arizmendi Esquivel, ofició una misa en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó, para conmemorar la matanza de 45 tzotziles, más cuatro que aún no nacían, hace 17 años, manifestando que “es una vergüenza que ya casi todo los encarcelados por este crimen hayan sido absueltos”.
Asimismo, el prelado señaló que pese a que han transcurrido “tantos años de pedir justicia y no ser escuchados, nos viene la tentación del cansancio y del desaliento, pero todos seguiremos pidiendo y exigiendo justicia, no podemos resignarnos pasivamente al silencio”.
En México, agregó “suceden diariamente muchas otras muertes e injusticias, algunas de las cuales pasan desapercibidas; como que nos vamos acostumbrando a la indiferencia ante el sufrimiento de los pobres; nos duele reconocer que, en nuestra patria, hay corazones perversos, corruptos, asesinos, falsos, mentirosos, desalmados, sin respeto humano a sus semejantes.
Arizmendi Esquivel recordó además que Acteal no es el único caso de injusticia, aludiendo a los estudiantes de Ayotzinapa cuyo paradero aún no ha sido aclarado y a los 72 migrantes centroamericanos desaparecidos y asesinados en San Fernando, Tamaulipas.
Los días 21 y 22 de diciembre, la Organización Sociedad Civil Las Abejas, a la que pertenecían las 45 víctimas de Acteal, realizaron diversas actividades conmemorativas para recordar a las víctimas de la masacre, las cuales culminarán este lunes con una declaración.
(Con información de La Jornada en Línea)
S.S. Lya Camille Morales Hdez.