Miles de poblanos marcharon ayer por las principales calles de la capital estatal para repudiar la política represora del gobierno encabezado por el panista Rafael Moreno Valle Rosas. Se trató de un contingente plural, dominado por ciudadanos sin filiación partidista, pero al que también se sumaron militantes y líderes de partidos políticos, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil.
Lo variopinto de la movilización de este domingo no se veía desde 2006, cuando los poblanos salieron también por miles a las calles para repudiar al entonces mandatario estatal priista Mario Marín Torres, protagonista del escándalo por su asociación con el empresario textilero Kamel Nacif Borge para encarcelar a la periodista Lydia Cacho Ribeiro.
La de ayer tuvo también como protagonista del rechazo popular al titular del Poder Ejecutivo, pero esta vez los agravios reclamados a Moreno Valle eran muchos más: el asesinato del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo y las lesiones causadas a una centena de pobladores de San Bernardino Chalchihuapan el 9 de julio pasado; la aprobación fast track de normas que agreden o suprimen los derechos constitucionales –como la ley de expropiación y la que arrebató el registro civil a las juntas auxiliares–, el encarcelamiento de 35 personas, entre mototaxistas, ciudadanos que protestaron por el mal servicio del metrobús y los tres ambientalistas que se oponen al gasoducto Morelos y el Arco Poniente: Enedina Rosas Vélez, Abraham Cordero Calderón y Juan Carlos Flores Solís, así como la destrucción del patrimonio histórico, los ataques a la libertad de expresión y prensa, amén de las mentiras y el autoritarismo que han caracterizado a este sexenio.
Los organizadores calcularon que en la protesta participaron más de 10 mil personas –la agencia de noticias EFE consignó 12 mil–, mientras que observadores y medios de comunicación locales advirtieron que no fueron menos de 8 mil. A las 13:50 horas la Dirección de Comunicación Social del Poder Ejecutivo Estatal emitió un comunicado asegurando:
“La marcha dominical convocada por más de 30 organizaciones político–sociales en esta capital transcurrió en paz y orden con un contingente aproximado de mil 250 personas. El contingente arribó hasta el zócalo capitalino, en donde ofrecía un concierto la Banda Municipal y se realizaba un torneo de ajedrez y una peregrinación. Representantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y el Colegio de Notarios acompañaron el desarrollo de la marcha para garantizar el respeto a las garantías individuales de los participantes”.
Lo cierto es que el cálculo oficial de participantes generó fuertes críticas entre los usuarios de redes sociales, quienes en facebook y twitter convirtieron en tendencia el hashtag #YoSoy1251 –emulando la protesta que en 2012 dio vida al #YoSoy132– y publicaron fotografías de la marcha en la que se aprecia que el número de marchantes supera por mucho al dicho por las autoridades.
De hecho, el hashtag #PuebladeLuto, que fue utilizado por los marchantes y quienes los apoyaron desde el microblog, se convirtió en trending topic mundial; es decir, fue el tema más comentado y replicado en la red del ave en todo el planeta.
Asimismo, por las redes sociales se denunció que caravanas de camiones procedentes de las sierras Norte, Mixteca y Negra fueron obstaculizadas en sus accesos a la Angelópolis para que no se unieran a la marcha a tiempo. La queja fue respaldada en plena movilización ante los medios de comunicación por Misraim Hernández, vocero del Contingente Puebla; sin embargo, dichos viajantes no se amilanaron y lograron su cometido, llegando al zócalo para manifestarse.
Esta fue, sin duda, la primera movilización ciudadana en la que internet jugó un papel determinante, pues no solo hubo difusión, denuncias y apoyo en las redes sociales, sino que en las aplicaciones de mensajería instantánea los participantes crearon grupos para comunicarse sobre el desarrollo de la caminata y cuidarse mutuamente.
No era para menos: la columna fue vigilada y hasta infiltrada desde su salida por agentes de los cuerpos de inteligencia del gobierno estatal y algunos federales. El gobierno de Moreno Valle también dispuso que personal de la Dirección de Comunicación Social videograbara y tomara fotografías de los marchantes.
Les aplauden
La movilización tuvo dos contingentes: pasadas las 11 horas el primero inició la caminata desde la zona de Las Ánimas y se enfiló por el bulevar Atlixco hasta la Fuente de los Frailes, donde se encontró con una segunda columna. Ambos grupos marcharon por los dos carriles de la Avenida Juárez y arribaron siendo uno al Paseo Bravo; se posesionaron luego de la avenida Reforma hasta llegar al zócalo.
Originalmente la marcha había sido convocada para ejecutarse en silencio, pero poco a poco los contingentes fueron rompiéndolo con consignas de todo calibre en contra del gobernador y sus colaboradores:
“¡Moreno, entiende, el pueblo no te quiere!”. “¡Queremos frijoles, queremos maíz, queremos a Moreno Valle fuera del país!”. ¡Moreno, asesino, que matas a los niños!”. “¡Moreno puto, putísimo, hijo de tu puta madre!”. “¿Morenito, Morenito dónde estás?, ¿dónde estás?, ¡chingas a tu madre!, ¡chingas a tu madre donde estés!”. Ese fue el tono de la mayoría de los clamores.
A su llegada a la plaza de armas los manifestantes fueron recibidos con aplausos por varios de los turistas y comensales que se encontraban en los restaurantes cercanos.
Se acordó que no habría mítines, aunque el ex diputado federal Gerardo Fernández Noroña improvisó una arenga que fue atendida por algunos de sus seguidores. Otros políticos, como la panista Ana Teresa Aranda, quien fue secretaria de Desarrollo Social en el sexenio de Vicente Fox Quesada, y la diputada federal perredista Roxana Luna Porquillo, también desfilaron, aunque la mayor parte de los marchantes eran ciudadanos de algunas organizaciones, como el Movimiento de Alternativa Social, la Sociedad de Cooperativas Tosepan Titataniske, la Brigada del 68, el Movimiento de Regeneración Nacional, el Sindicato de Telefonistas, el Movimiento Democrático Magisterial Poblano, el Movimiento Nacional Los de Abajo y la Barra Libre de Abogados Democráticos de Puebla, entre otras.
Resaltó también la presencia de Elia Tamayo, madre del menor asesinado, José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo.
Partidos políticos como el Revolucionario Institucional (PRI) el de la Revolución Democrática (PRD) y hasta Acción Nacional (PAN) –el instituto político en el que milita Moreno Valle– también aportaron piquetes de afiliados a la marcha, y aunque su presencia fue discreta en número fue vigorosa en enjundia.
Sin embargo, el grueso de los participantes en la marcha fueron ciudadanos sin militancia partidista: jóvenes, profesionistas, empresarios, periodistas, indígenas, campesinos, amas de casa, comerciantes y activistas que con mantas, pancartas, megáfonos, monigotes o simplemente con su garganta y pasos externaron su rechazo a la política opresora de Rafael Moreno Valle.