Han llegado una cantidad mínima de vacunas de las que necesita el país con el objeto de crear una amplia red de anticontagios. Aunque, como es lógico, no sólo aquí sino en todo el planeta, deberán inmunizarse a todos para que no vuelva un rebrote más amplio y tóxico.
Lo dicen bien muchos, de Noam Chomsky a Gil Gamés, escritores muy disímbolos, ante esta pandemia o estamos a salvo todos o nadie, en serio, lo estará. Aunque hasta el momento el 16 por ciento de los habitantes de las naciones más ricas acaparó el 60 por ciento de las vacunas.
Hay países como Ucrania y Colombia, entre otros, que recibirán el biológico hasta 2023, según algunos estudios. Por lo que vemos lo difícil que es tener una contención seria a la pandemia.
El gobierno mexicano abrió una plataforma para que los mayores de 60 años pudieran ingresar y les dijeran a dónde acudir, de acuerdo a su CURP, no obstante que en la actualidad vivan en un sitio diferente en el cual se registraron. Aunque en poco tiempo la saturación fue grande, ya que se inscribían 70 mil personas por segundo (más huaqueros que evitaron salvar vidas). Algo que no previeron los organizadores, quienes deberían saber que la desesperación es el síntoma presente.
Luego, el muy cuestionado Hugo López-Gatell, dijo que no debería cundir el pánico, e insistir en los siguientes días en obtener su registro. Aunque ya sabemos que no sólo el gobierno, sino bancos, telefónicas, tiendas y la casi totalidad de servicios son deficientes en México. Aunque en otros lugares las cosas no son mejores, pues habitantes de Canadá se quejan de que sus servicios son lentos y poco adecuados en muchos sentidos, por mencionar un país que ahora está en cuarentena, y ya anunció que producirá su propia vacuna, la Novavax.
La administración actual ya dio a conocer un calendario acerca de cómo ir inyectando la sustancia que, esperamos, nos protegerá.
De febrero a abril, se pretende inmunizar a cerca de ocho millones de personas. De mayo a septiembre a 15 millones. Y de septiembre a diciembre a casi 12 millones.
También señalaron las autoridades que se recibirán 174 millones de vacunas, para 104 millones de individuos, ya que en algunos casos será necesario que les apliquen un par de dosis.
Entre las sustancias que tendremos estarán las producidas por AstraZeneca, Pfizer, Moderna, CanSino y Sputnik V, la Serum de la India y las que proporcionará el programa mundial Covax.
Hace poco, 14 instituciones, entre las que se encuentra la UNAM, dieron a conocer un documento titulado: Reflexiones sobre la respuesta de México ante la pandemia de Covid-19 y sugerencias para enfrentar los próximos retos. En el cual, hay una serie de críticas bastante acertadas, propuestas con el fin de mejorar las acciones a tomar y la ruta que nos espera en los siguientes meses.
Se trata de un documento serio, analítico y propositivo de las instituciones que desean ayudar en muy diversos campos y se ponen a disposición del gobierno de López Obrador para lo que se ofrezca.
Bienvenido porque el esfuerzo debe ser de todos, y no la descalificación para sacar raja política en estos momentos donde la solidaridad es indispensable para salir adelante.
Pero en determinadas filas han surgido las críticas sin sentido de quienes, además, no saben del asunto. Dos casos son el de la senadora que llegó a esa legislatura por Morena y se pasó al PAN, Lily Téllez, y del que intenta ser candidato a la presidencia de la República, otra vez, por la mencionada agrupación, Ricardo Anaya.
La señora que está en contra del aborto y aceptó ser postulada por una organización progresista que se propone la libertad de las mujeres, descalificó la vacuna Sputnik V porque decía que era algo de segunda, súper barata y no tenía los ingredientes necesarios para su utilización (sic alelado).
Ya que la OMS dijo que la sustancia rusa tenía una eficacia de 96 por ciento, más en adultos mayores, insistió no en sus necedades sino en su supina ignorancia diciendo que si no la probaba la Unión Europea y la organización sanitaria estadounidense (FDA, por sus siglas), no tenía valor.
Su bancada, en lugar de tranquilizarla, la arropó, y ella volvió a la carga de que era una vacuna sin calidad (sic mercantilista) y vacuna gansito, para denostar a quien sentenció: “me canso ganso”. Le recomendamos a la señora leer un artículo de Alfredo Jalife al respecto de la vacuna rusa, aunque necesitará traductor, ya que no obstante la claridad del científico y periodista, la mente de Téllez es un chorlito (Nikito Nipongo, dixit)
No cabe duda que Lily necesita más un siquiatra que una clase de medicina, ya que en momentos donde ni Israel que dijo haría la protección con este biológico de todos sus habitantes y no ha llegado ni al 40 por ciento, y cuando los productos no llegan a los países europeos que pagaron con anticipación, descalificar el esfuerzo para que de Rusia manden millones de dosis, es demencial.
Otro que hizo el ridículo fue Ricardo Anaya, quien, a bordo de un auto en una gasolinera de Aguascalientes, según comentó, le dio clases al gobierno de la Cuatro T de lo que se debe hacer. Dijo el motejado Cerillo que pretende recorrer el país (sic cansado): “Me da mucho coraje ver tanto dolor en el país”. ¡Vaya! Salir de su residencia y ver lo que ocurre en México es asombroso, pero la realidad lacerante de los pobres no inició ahora, sino fue producto del saqueo de los gobiernos anteriores, muchos de los que Anaya protegió y alabó, entre ellos el de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Importante la crítica y la ayuda de los que se comprometen con todos, como las 14 instituciones. Miserable la censura de quienes han lucrado de manera personal y ahora quieren ser redentores del país.
@jamelendez44