Martes, abril 30, 2024

Julio Glockner: sobre prácticas rituales como el chamanismo pesa un pensamiento occidental

Destacamos

El antropólogo Julio Glockner señaló que sobre las prácticas y el pensamiento sagrado indígena pesan las definiciones occidentales y modernas que descalifican ritualidades como el chamanismo, que incluso se conciben como producto de la alucinación y la ignorancia.

Al participar en el coloquio interdisciplinario Estados no ordinarios de conciencia y chamanismo. Trances, sueños y plantas sagradas que organiza la maestría en Antropología cultural de la UAP, señaló que el sueño del chamán es humano y personal, orientado hacia lo comunal y cargado por el sentido de la divinidad. Por tanto, acotó, en este tipo de sueño el “dios logra comunicarse con el chamán”. Como ejemplo, narró que don Epifanio Alonso, granicero de Morelos, le contó haber entrado en sueños a una cueva para descubrir en nichos, como niños, a ángeles y arcángeles, y a Cristo en el maíz, el frijol y la calabaza, y fue a él a quien pidió lluvias para una buena cosecha.

En su conferencia Revelación o alucinación ¿hay alguien allí?, el autor del libro La mirada interior expuso que para el moderno pensamiento occidental los sueños son una obra subjetiva, en donde el soñador es “autor, apuntador, director, crítico y público”, como definió el pensador Carl Jung. De igual forma, refirió que el reconocido sicoanalista Erich Fromm en su libro El lenguaje olvidado, dijo que “estando dormidos pasamos a otra existencia… en la que somos autores e inventamos la trama” de los sueños.

Así, completó, en el pensamiento tradicional indígena mientras el sueño es sagrado, en la concepción moderno el sueño es el inconsciente. “Lo uno y lo otro no están exentos de un trasfondo enigmático como dijo Jung. En la psique, la divinidad obra en nosotros. No determinamos si es la divinidad o el inconsciente, pero ambos son liminares”, expuso en el auditorio de la Aduana Vieja de la UAP, donde hasta hoy viernes 9 se realiza el coloquio.

Glockner abundó que en los mitos abundan imágenes que se visualizan y quien las sueña, como el chamán, las socializa y hace un discurso verbal que sirve para retroalimentar los propios mitos. “En ellos, el chamán destaca aspectos y omite otros, haciendo un imaginario eficaz que se renueva y se amolda a lo social y cultural”. La medicina –continuó el antropólogo– dice que son alucinaciones, pero este concepto se ha utilizado indebidamente en el trance chamánico, pues significa postular, desde lo occidental, una idea equivocada sobre lo tradicional de las comunidades.

Concluyó que las alucinaciones no son fenómenos objetivables y que, como ha dicho Mercedes de la Garza, se ha de confiar en el relato pues no se puede probar por otro, sino por uno mismo. “Alucinar remite a equivocación y engaño, pero en la ritualidad chamánica la percepción se convalida a sí misma a nivel experiencial”.

Ultimas

- Anuncios -
- Anuncios -