Muchísimas son las palabras olvidadas en sólo dos generaciones anteriores, porque los jóvenes actuales establecen formas propias del lenguaje así como su vocabulario correspondiente que, crítica aparte, contiene muchas palabras del inglés derivadas de la tecnología y del supuesto “prestigio” que le conceden al tatacha de los gringos los locutores de la televisión, principalmente.
Fifí o catrín(a). Se refiere, con cierto retintín, a personas que visten de manera elegante y fina. También se les decía, con intención más canija, fufurufos o pedorros.
Cuelga. Así se denominaba al regalo que se ofrecía a las personas en su cumpleaños que muchas veces coincidía con la celebración del “santo”.
Pipirín, papa, chuleta. Es en términos generales como la gente se refería a la comida, sin que necesariamente contuviera ésta estos productos. Para expresar lo mismo, se usaba entrarle al bofe (tejido pulmonar) o bofear y entrarle al quelite.
Coyón. Miedoso, zacatón, medroso, etcétera.
Estar bruja. Es no tener dinero, lo mismo que estar arrancado o fregado de lana.
Sen sen. Pastillitas de orozus y menta en forma de rombo que se vendían en casi todos los cantinas y estanquillos para ocultar el aliento a tabaco y a alcohol.
Gurrumina. Nombre habitual que el chacarero o pajarero da al pajarito que saca las “cartitas de la suerte”.
Cursiento(a). Persona que tiene curso, diarrea, seguidillas, que se le aflojó el mastique o corre que te alcanzo.
Cuiria. Canica. La colección de canicas incluía cayucos (canicas de barro), agüitas (canicas transparentes), tiritos (canicas de vidrio opaco), tréboles, mundos, etcétera. Algunos niños guardaban sus cuirias en calcetines viejos.
Tlampeto o clampeto. Palabra que proviene de la lengua náhuatl y que significa chimuelo o desdentado.
Chimiscolero(a). Andar de chimiscolero es ser chismoso, metiche o entremetido. No tiene nada que ver con el chimisclán, que es un cocol.
Choreco(a). Que está sordo o que se hace el sordo.
Apostema o postema. Bola o tumor de diferente etiología que aparece en cualquier órgano. Puede ser un absceso. La postemilla es un pequeño tumor de las encías.
Chinampina. También llamado fulminante es un pequeño explosivo que se colocaba en algunas pistolas de juguete para semejar el ruido de los balazos.
Pichicato(a). Codo, martillo, marro, agarrado, etcétera. Se dice de las personas avaras o cicateras que no disparan ni en defensa propia.
Malacatonche. Esta palabra proviene de la lengua náhuatl malacachoa (dar vueltas como malacate). Juego que consiste en tomar a un pequeño de las manos, con los brazos extendidos y girar con la criatura. Por eso se invitaba a los chamacos a “darles malacatonche”.
Alipús o chanferniz. Designación genérica de las bebidas alcohólicas o de los tragos de ellas. Chupe, vino, chimisco, tanguarniz y refino, son otras denominaciones populares del alcohol, que tomado en exceso nos pone zumbos, pítimos, briagos, mamaos, zorros, tirilongos, etcétera.
Como se puede ver, el lenguaje popular es muy rico y creativo; si en un periquete se extingue un vocablo, pues nunca falta un término sustituto que se invente la gente: un rucailo, un mozalbete o una bigornia y “vuelva la burra al trigo”.