El procesamiento de Rita Amador López acusada de cometer el delito de ataques a las vías de comunicación, muestra una secuencia en la embestida contra la UPVA 28 de Octubre. Nuevo golpe contra la organización, la familia Sarabia y la salud de Simitrio al generarle un abatimiento emocional, por aflicción, que agrava psíquicamente sus enfermedades debido a su reclusión, la de sus hijos, la del vocero Fernando Alonso y, ahora, la sujeción judicial de su compañera de vida. Parece, a la vista de la denuncia política sobre el pretendido avasallamiento de la organización, el cumplimiento de una advertencia gubernamental por la negativa a entregar los destinos de aquella.
El examen de las constancias del proceso penal 452/2015, del Juzgado Tercero Penal, que se sigue contra Rita, muestra crudamente algo que tiene visos de ser una línea de acción para criminalizar la acción política de esta organización y de quienes la hacen posible. La todavía Procuraduría General de Justicia abrió la averiguación previa teniendo como base de análisis de la posible comisión del delito imputado, una marcha pacífica realizada el 21 de agosto pasado, cuyo itinerario fue partir del Mercado Zaragoza con destino a Casa Aguayo, pasando por las inmediaciones del zócalo.
Para iniciar la averiguación el Agente del Ministerio Público: “Hace constar: que se da por recibida llamada telefónica de parte de personal de la dirección de agencias del Ministerio Público metropolitana sur, manifestando que se constituya personal de este turno a las inmediaciones del zocalo de esta ciudad, toda vez que les fue informado que un grupo numeroso de personas al parecer de la organización 28 de octubre, las cuales estaban alterando el orden obstruyendo las vialidades y no dejan circular los vehículos y que se dirigían a Casa Aguayo, lo que informa a efecto de que se inicie lo conducente…” “acordó: vista la constancia que antecede, y toda vez que los hechos que se denuncian pudieran ser constitutivos del delito de ataques a las vías de comunicación, cometido en agravio de la sociedad, y en contra de quien resulte responsable…”.
Como se ve, la supuesta denuncia surge del ámbito interno de la Procuraduría no obstante considerar agraviada a “la sociedad”. Significa que, de la sociedad, no hubo persona alguna que formulara la denuncia. Como si tal cosa fuese la normalidad en el armado de las averiguaciones –los abogados disculparán que no utilice el concepto jurídico de “integración” que, a la luz de los acontecimientos relacionados con la procuración de justicia, viene a ser ya un eufemismo con el que se hace alusión a algo que en realidad debe denominarse “fabricación”– de nueva cuenta se recurre al artilugio del “anónimo”. Y digo de nueva cuenta, porque los dos procesos que se siguen contra Simitrio y sus hijos ante el juez penal de Cholula, también se abrieron iniciando la averiguación previa con la certificación ministerial de recepción de supuestas llamadas anónimas, con las que se dio pie a la práctica de cateos ilegales por amañados.
Ahora, en este caso, el anónimo (la palabra aparece como título) es una carta que consta de cuartilla y tercio, redactada en computadora, con buena fluidez lingüística, adecuada estructuración gramatical y contadas faltas ortográficas –que se aprecian intencionales– de cuyo texto extraigo, literal, los párrafos siguientes: “Quiero manifestar que por temor a represalias omitiré mi nombre (…) Soy vendedor ambulante y me desempeño de manera informal e independiente, comerciando donde se puede mi mercancía, aclarando que no pertenezco a ninguna organización; sin embargo quiero precisar que algunas personas de la organización 28 de Octubre se me han acercado en diferentes momentos para que deje de vender en los espacios que son de sus líderes si es que no me quiero atener a las consecuencias o que en su caso me vaya a presentar con quien me dijeron son sus líderes, a lo que yo les pregunté que quiénes eran esas personas, contestándome que era Rita Amador López (…) que con tal de no tener problemas les dije que sí me interesaba y entonces me dijeron que estuviera pendiente porque sus líderes que son las personas que ya dije, tenían pensado convocar a unas marchas y bloqueos de calles y avenidas, siendo uno de estos eventos el pasado veintiuno de agosto de este año, donde desde el mediodía estuvieron obstruyendo la calzada Zaragoza, hasta llegar al zócalo de esta ciudad de puebla, con ello impidieron el paso tanto a peatones como a vehículos que transitaban por las inmediaciones donde ellos pasaron, continuando con la obstrucción y bloqueo de calles y avenidas del centro de esta ciudad de puebla hasta que llegaron a casa aguayo donde mantuvieron bloqueada con personas y vehículos la 14 Oriente desde bulevar 5 de Mayo hasta la 14 Oriente, aya por el alto (…) dándome a conocer además, que estas acciones las volverán a repetir hasta que logren que el actual gobierno les haga caso en lo que piden, siendo principalmente la libertad de su líder Simitrio. Es por estas razones que acabo de mencionar que acudo a denunciar de forma anónima los hechos de los cuales me pude percatar y que se me dieron a conocer por personas cercanas a los líderes de la organización 28 de Octubre (…).”
¡Qué tareas tan ruines se encargan a los agentes del Ministerio Público! La procuración de justicia está envilecida y su institucionalidad quebrada. El nuevo fiscal general ¿actuará diferente? ¡Qué mal método para gobernar!