El estado de shock por el asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas no ha concluido. Primeras planas de periódicos, revistas, programas de análisis en medios electrónicos, todo tipo de mensajes en redes sociales. Cada medio ha dado su particular acento a la relación que tuvo con el entrañable periodista sinaloense. Crónicas, perfiles, fotografías. De él en vida y de él asesinado.
Han sido elocuentes las imágenes que reproducen la estupefacción de reporteros y periodistas gráficos. En la Sinaloa, Ciudad de México, Puebla, España y un largo etcétera. Las notas periodísticas que dan santo y seña de ese lunes 15 de mayo de 2017 en el que fue asesinado Javier.
Del mar de tinta que se convirtió en tsunami de palabras, rescató tres botones de muestra.
- “No bastaba con contar los muertos; había que contar sus vidas, sus sueños”. Texto de Blanche Petrich aparecido el martes 16 de mayo en la página 3 de La Jornada. Este perfil del periodista permite entender la calidad humana de un reportero de cepa.
- “Como un homenaje a su cofundador, Ríodoce decidió firmar con el nombre de su compañero los trabajos que se publican en la edición de este domingo 21”. El párrafo anterior corresponde a la entradilla que la revista Proceso publicó en su edición 2116. Me pareció un gesto digno del mejor periodismo del mundo. “El día que nos rompieron el corazón” es una crónica precisa y por tanto desgarradora, narrada por los periodistas convertidos en protagonistas del hecho informativo. Ríodoce compartió con Proceso, tres textos de indispensable lectura.
- John Gibler, periodista que radica en México compartió también una entrevista inédita para Rewind de Al Jazeera English. Este es otro de los textos firmados con el nombre de Javier Valdez Cárdenas. Es probablemente una de las entrevistas más actuales al reportero que dio voz a las víctimas de esa tragedia llamada narco.
A estos indispensables textos periodísticos sumo la mesa de análisis que el programa de Aristegui en CNN en español transmitió la noche del martes 16 de mayo. Estuvieron presentes Pedro Miguel, colega de Javier en el periódico La Jornada así como Jenaro Villamil, periodista de Proceso. Los rostros abatidos de Carmen, Jenaro y Pedro fueron tan elocuentes como su análisis sobre el asesinato.
Los deudos de alguien tan querido como Javier tuvieron la necesidad de rendir homenaje con las piezas periodísticas que dan cuenta del paso del reportero por sus trayectorias periodísticas y personales. Aristegui retransmitió una entrevista de 2015, y Martín Hernández Alcántara nos compartió la imagen de la presentación de uno de los libros de Valdez Cárdenas. Hay un largo etcétera de ejemplos. Estos son quizá los más entrañables.
Este asesinato cimbró al gremio periodístico. Los políticos no salen de sus frases hechas y pésames de compromiso. Javier consagró su trabajo a las víctimas. Tristemente percibo una tibia respuesta de la ciudadanía. Muy probablemente, la mayoría no conoció el trabajo de Javier. Hasta su estrella, va un ¡Hasta siempre Javier! ¡No al silencio!