De enero a la fecha, el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) tiene contabilizados 58 feminicidios perpetrados que “demuestran un clima de descomposición social en el estado, con el aumento de la presencia del crimen organizado que controla el robo de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en territorio poblano”.
Así lo declaró Brahím Zamora Salazar, integrante del Odesyr, quien dijo “lo que estamos viendo en Puebla es que hay un mensaje muy ambiguo por parte de la autoridad, en términos generales, en la prevención de los asesinatos”.
En entrevista, dijo que a esto se suma la sensación de mayor inseguridad en términos públicos por parte de la población, y esta postura es innegable.
Acusó que hay mayor presencia de bandas delictivas en regiones del estado que abona a un ambiente de violencia e impunidad, al que se incorporan los feminicidios.
Destacó que el caso más reciente del asesinato de la joven Lili Marlén, vuelve a retomar el tema de la joven embarazada asesinada por su novio.
Brahím Zamora alertó que pareciera que es un modelo a seguir porque hay un mensaje de impunidad.
Los perpetradores no están recibiendo el castigo que se merecen, y la autoridad no está ligando el tema a la prevención de la violencia, sostuvo.
El activista dijo que pareciera que la prevención de los delitos en el gobierno del estado es un asunto de una línea de trabajo, pues aseguran que los feminicidios son casos aislados, y la estrategia gubernamental no los está ligando, ni los modelos de atención primario.
En ese sentido, Zamora Salazar recalcó que los modelos no están siendo evaluados, no hay indicadores sobre los resultados de atención y prevención de la violencia hacia las mujeres.
Por lo tanto, informó que se desconoce dónde está fallando el programa implementado recientemente por la autoridad, a raíz de la recomendación emitida por la Conavim al gobierno de Rafael Moreno Valle por la ola de asesinados a mujeres en Puebla.
En el caso de Lili Marlén, reveló que su familia denunció inmediatamente la desaparición de la joven y acusó directamente al novio de cualquier situación que le pasara.
Acusó que la Fiscalía General del Estado (FGE) tardó casi dos meses en resolver el asunto cuando la familia estaba portando elementos muy claros.
Eso quiere decir que hubo una dilación en la atención, y por lo tanto se genera todo este ambiente de impunidad, arguyó Brahím Zamora.
En ese sentido, declaró que es necesario que los modelos de atención deban ser evaluados para saber dónde está fallando la detección oportuna de la violencia.
Los restos de Lili Marlén Guevara Hernández, fueron encontrados este viernes 26 de agosto en un predio de la colonia Clavijero del municipio de Puebla.
Los reportes oficiales indican que el propio novio de Lili, David Lobato, llevó a los agentes a la zona donde dejó el cuerpo de la joven, después de confesar el crimen.
La muchacha fue reportada como desaparecida desde el pasado 2 de julio y se encontraba embarazada.