La semana pasada se supo de un asalto a la empresa minera canadiense Mc Ewen Mining. La información señalaba que a la compañía le fueron robados 8.5 millones de dólares, consistentes en 900 kilos de concentrado de oro con 7 mil onzas de oro equivalentes a 198 kilos de oro. La mina en la cual se perpetró el robo es la mina El Gallo 1, ubicada en el municipio de Mocorito, Sinaloa.
Este robo en realidad no es la compañía canadiense, es un robo al pueblo de mexicano, al país en tanto que ese oro es oro mexicano, que prácticamente se les regala a las empresas mineras,
Consultando en la Secretaria de Economía sobre las cuotas de derechos sobre minería que pagan las empresas, encontramos que es irrisorio lo que estos pillos pagan al cómplice estado mexicano por la explotación; los derechos van aumentando conforme pasan los años de la concesión, esta mina va en su tercer año de extracción de oro, por lo que le corresponde pagar la fabulosa suma de $9.58 pesos por hectárea explotada, leyó usted bien 9 pesos 58 centavos por hectárea concesionada. Así o más entreguista quiere usted al gobierno mexicano.
La indignación no para ahí; en la propia página de la minera se dice que la fuerza laboral es de 350 personas (incluidos contratistas), es decir, son muy pocas las fuentes de empleo que genera y mucha la riqueza obtenida en las minas a cielo abierto, que es de las más contaminantes para el ambiente. Esta empresa en 2014 extrajo 38 mil 212 onzas de oro y 25 mil 912 onzas de plata.
La voracidad sigue y la propia minera confirma que recibió permisos de Semarnat para iniciar la explotación de la mina El Gallo 2, en la cual proyectan producir un promedio de 95mil onzas de oro por año, y por ser el primer año de explotación, el gobierno ofrece una ganga: cobra sólo $6.41 por hectárea. Un verdadero insulto. Pero además, se le concede un segundo permiso “relacionado con el derecho de paso a una línea de transmisión eléctrica de 13 kilómetros que conectaría la planta de procesamiento El Gallo 2 a la red eléctrica nacional”
En el portal de la Dirección Nacional de Minas, con la leyenda “Información que vale oro”, se ofrece toda la información geológica, geoquímica y geofísica del país para que los empresarios pidan su concesión minera, el costo, si lo quiere por región, le costará 5 mil pesos, pero si lo quiere de todo el país se eleva a 25 mil pesotes mensuales, de ahí que no extrañe las enormes fortunas acumuladas cuyo origen es la explotación minera.
Si a esta información le agregamos la publicada en La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/2015/04/06/politica/005n1pol), donde se informa que a la fecha se encuentran concesionadas 97.8 millones de hectáreas a la minería, pues esto se convierte, simple y llanamente en un saqueo absoluto a la nación.
Esta situación ha sido reiteradamente denunciada por Morena y exige la recuperación de la soberanía nacional.
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