La primera vez que escuché esta expresión fue de mi hermano de vida, quien me la dirigió en calidad de llamada de atención, para que me pusiera lista, actuara rápido y lo hiciera bien. Después la oí en boca de una vecina de 20 años, bonita y bien presentada que me refirió que su papá le había dicho “ponte chingona” cuando la mandó al banco, sola, un sábado por la noche, a un municipio cercano de donde viven. Y ahí fue la chamaca.
-¿Ibas sola?
-Sí.
-¿En la noche?
-Sí.
-¿En camión?
-Sí.
-¿A sacar dinero del cajero del banco?
-Sí
-¿Cuántos años tienes?
-Veinte.
-¿Sabes cuántas jóvenes de tu edad que andan solas por la noche, son blanco perfecto para que les pase algo?
-¿Qué le digo a mi papá si el “ponte chingona” significa que lo tengo que obedecer sin chistar y regresar con la orden cumplida?
-Puedes responder: “Mira papá, son las 9 de la noche. Tengo que tomar el transporte público a esta hora para ir a un cajero del banco en otro municipio a sacar dinero, regresar y entregártelo. ¿Sabes cómo está la inseguridad para las mujeres jóvenes como yo que andan solas de día, y peor de noche? Con todo respeto, “Ponte chingón tú”: O me llevas en tu camioneta o lo dejamos para mañana cuando puedas y con gusto te acompaño porque el dinero tú lo necesitas.
-No lo había pensado.
-Pues ya lo pensaste. Y te voy a brindar otra opción.
-¿Cuál?
-Desobedece.
-¿Cómo?
-Fácil y simple: no tienes por qué obedecer lo que te ordena tu papá si tú ves lo que él no ve; los riesgos que corres yendo sola, de día o de noche, en transporte público, a sacar dinero del banco y regresar sola y con el dinero. Piensa en la posibilidad de que alguien te observe, y peor, que te siga.
-No había pensado en eso.
-Pues ya lo sabes, ya pensaste en las dos cosas: aprende a cuidarte porque nadie te va a cuidar si no lo haces tú primero. ¡Que se ponga chingón él! ¡Tú integridad está de por medio! Y si él no lo ve, tú sí lo estás viendo, y se lo puedes mostrar: hay demasiados casos que se conocen y se hacen públicos. Dile que tú no quieres ser uno más.