Y si no que se lo pregunten al Puebla. Había hecho la Franja su esfuerzo más honesto de toda la campaña para intentar reivindicarse; se puso en ventaja con un golazo de Ferrareis (8´) y no dejó de luchar en momento alguno, lucha de pura resistencia si se quiere, pero digna cuando menos de esa justicia arbitral para la que se supone se implantó el VAR. Que el pase de gol a Chava Reyes se lo puso Dilrosun con la mano es un hecho evidente, confirmado por todas las tomas de video (21´). Incluso Herrera –mal hecho– dejó de hacer por el balón en la seguridad de que la jugada no contaría. Pero, oh sorpresa, ni el silbante central ni el juez de línea ni los auxiliares de allá arriba con todo y sus ayudas electrónicas quisieron saber nada del manotazo y, entre todos, convalidaron una anotación a todas luces ilegal. Vino después otro gol del América (Chava Reyes, 45+2´) y asunto concluido.
Con ello, además, se confirmó lo que algunos han llamado la Ley del Ex, esa especie de venganza del jugador que le anota a su anterior equipo; y no uno sino dos goles en el caso de Salvador Reyes Chávez la noche del viernes, zurdazos ambos de impecable factura. Como se recordará, el oriundo de Taxco de Alarcón venía jugando para el Puebla a buen nivel cuando llegó la oferta de las Águilas, hace tres años. Y, como de costumbre, la directiva poblana no lo pensó dos veces para deshacerse de su magnífico elemento a cambio de unos cuantos dolarucos.
Superlíder poco impresionante. El equipo de Televisa sacó bastantes suplentes en su alineación inicial, y titulares como Fidalgo y Quiñones se quedaron en la banca para el segundo tiempo, reemplazados por Diego Valdés y Henry Martín, que normalmente forman parte del primer equipo. Es claro que Jardine administró sus bazas pensando en la decisiva semifinal de la Concachampions, el martes en Pachuca. Y decir que el América controló el partido es casi un pleonasmo, dada la miseria en que está convertido el Puebla.
Pero aun considerando todo eso, el partido se redujo a un aceptable primer tiempo, y la visita nunca mostró catadura de superlíder. Ya la publicrónica dirá lo que quiera –que para eso les pagan–, pero el mejor equipo de México es, hoy por hoy, reflejo exacto de una Primera División que desciende marchas forzadas por la pendiente de la mediocridad programada por quienes dirigen los destinos de nuestro futbol “profesional”, compuesto por tres equipos multimillonarios más conformistas competitivos –gustan alternarse la posesión de la “corona” entre liguillas y minitorneos–, ocho o nueve medianías que les hacen el juego y media docena de parias sin respeto para sí mismos y sus aficionados, que sobrevivir al garete, amparados en la vergonzosa supresión del ascenso-descenso.
La peor Franja de la historia. La entrada del viernes debe ser la mejor del año en el Cuauhtémoc, y si no llegó al lleno será porque la directiva del puebla –y con ella los jugadores, cuerpo técnico y demás– han hecho hasta lo imposible para ahuyentar de la grada hasta al más masoquista de sus seguidores.
Que se trata de la peor campaña del Puebla en sus 80 años de historia es algo fuera de discusión. Cinco puntos de 51 posibles así lo certifican. Traducidos a resultados representan una victoria, dos empates y 14 derrotas; 18 goles anotados y 43 recibidos.
Jornada 17. En cualquier país futbolísticamente civilizado –es decir, respetuoso del juego limpio, la afición y la historia–, todos los partidos de la última jornada se juegan simultáneamente. Aquí no. La ventaja que adquirió el América al frente de la tabla desde la noche del viernes puso nervioso a Tiago Volpi, infalible convertidor de penas máximas que esta vez estrelló las dos que tuvo en el poste derecho de Mier, su colega del Cruz Azul. Para entonces ya navegaba en ventaja el cemento (Ditta, 18´): ese sería el resultado definitivo y, para el Toluca, su única derrota como local y el final de sus ilusiones de terminar superlíder, lo que hubiera sido una exageración dado el irregular desempeño choricero. Los azules se colaron al segundo lugar con 33 puntos, uno más que su víctima.
Tigres quedó provisionalmente en el cuarto puesto (31) derrotando sin problemas a Xolos (3-1), aunque Monterrey (29) podría rebasarlos en caso de vencer anoche al Necaxa en Aguascalientes. Chivas no se moverá ya del quinto (31), pese a vencer al Atlas en el clásico tapatío, partido forcejeado en extremo, resuelto con una pincelada imperial por el “Piojo” Alvarado (73´: zurdazo con comba desde fuera del área), uno de los escasos jugadores de auténtica clase que permanecen en México en vez de calentar banca en algún equipo europeo de segundo o tercer nivel.
Aspirantes a la preliguilla que se quedaron cortos a la hora buena fueron Pachuca (1-1 en casa ante Mazatlán), Pumas y Querétaro (otro 1-1, éste en el Corregidora) y León (tercer 1-1 de la fecha, con Bravos y en Juárez). Los tres podrían ser rebasados por el Necaxa si venciera al Monterrey allá donde la feria de San Marcos se festeja en grande; este marcador el lector ya lo conoce pero que para el columnista permanece como su incógnita de domingo por la tarde. Lo mismo que el del Santos-San Luis, del que podría emerger el cuadro lagunero como último clasificado al repechaje en caso de ganar.
Tabla (casi) final y probables repechajes. Los agringados han rebautizado como play in el invento ese que da cabida a nada menos que doce planteles con vistas a la liguilla definitiva. Las cuatro eliminatorias correspondientes, enteramente superfluas pero útiles para hacer caja, se disputarán a un partido en el curso de la semana, a celebrarse en casa del mejor colocado (del 5 al 8 de la tabla general).
Los dos resultados faltantes podrían modificar las llaves, pero de momento los enfrentamientos quedan así: 5 vs. 12 (Chivas vs Juárez o Santos); 6 vs. 11 (Monterrey o Tigres vs León); 7 vs. 10 (Pachuca vs Querétaro); y 8 vs. 9 (Pumas vs Necaxa –o viceversa–, o Necaxa vs. Querétaro o Pumas vs. Querétaro… ufff).
Tanto lío con tal de justificar una buena tajada para la tele y unos cuantos pesos para los equipos involucrados.
Concachampions. El martes pasado, en el Azteca, América se adelantó pronto y pareció que arrollaría al Pachuca (Zendejas, 12´); luego se enredó y ni siquiera pudo sostener la ventaja (Micolta, 40´) y el duelo, ni fu ni fa en lo futbolístico, terminó en puntos suspensivos… El decisivo se juega mañana por la noche en el Miguel Hidalgo.
Por su parte, el Monterrey fue a Columbus, Ohio, a regar el tepache –o las chelas–, y regresa en desventaja a la Sultana luego de caer ante los locales (2-1); este 1 de mayo intentará revertir la situación en territorio neoleonés.
Habrá notado el lector que este último encuentro podría afectar la programación de la preliguilla si el Monterrey no derrotó anoche al Necaxa para quedar exento del repechaje. Pero si hubo empate o derrota regia en Aguascalientes, la Primera División va a sudar para encontrarle una fecha a esa eliminatoria, que quedaría en el aire. No es novedad, pero así andan en materia de planeación los dirigentes de nuestro futbol “profesional”.
Ligas mayores en el Harp Helú. No fueron tantos los capitalinos como los visitantes tejanos, pero la CDMX disfrutó nuevamente de un fin de semana beisbolero a cargo de dos novenas de la MLB, Rockies de Colorado y Astros de Houston. Los dos encuentros –sábado y domingo– fueron para los Astros y por paliza (12-4 y 8-2).
Mucha seriedad no hubo, la insólita cantidad de jonrones disparados por los cañoneros de Houston evidenció cierto desinterés del equipo donde alguna vez jugó Vinicio García, cuyo stand de picheo fue una chufla. Pero los aficionados que se acercaron al estadio al menos tendrán la satisfacción de presumirles a sus allegados las selfies correspondientes y hacerse de algún souvenir ligamayorista que lucir en casa.
Premier al rojo vivo. De las ligas punteras de Europa cuatro tienen ya campeón (España: Real Madrid; Alemania: Bayer Leverkusen; Italia: Inter de Milán; Francia: PSG). Pero no Inglaterra, donde la discusión por el título se perfila como una pugna Arsenal y Manchester City; el Liverpool, a raíz de su eliminación de la Liga de la UEFA por el Atalanta italiano, entró en una espiral depresiva que lo está relegando de la lucha final (ayer apenas rescató un 2-2 contra West Ham y sus escasos 75 puntos casi lo descartan).
Y es que, a falta de tres jornadas, los gunners del norte de Londres encabezan la clasificación con 80 unidades luego de su sufrida victoria de ayer sobre el Tottenham, el encarnizado rival de toda la vida (2-3); pero el City no se quedó a atrás, y en la boscosa zona donde Robin Hood sentara sus reales dispuso 0-2 del Nottingham Forest, colocándose apenas un puntito por debajo del Arsenal, con la ventaja de un encuentro pendiente precisamente contra Tottenham, que anda de capa caída.
Las apuestas a que tan afectos son los ingleses favorecen ligeramente al equipo de Guardiola para repetir como campeón de la Premier. Además, Arsenal es experto en eso de ahogarse con la playa a la vista.