En la larga noche del mundo,
la jornada de oriente no desfallece,
aunque parpadea, ilumina cabal
para tus ojos los caminos de la seda,
las travesías entre tormentas,
tus aventuras en Macondo
y la desventurada vida
de una monja rebelde
que escribe cartas con su sangre.
La noche se acorta, quizá no existe,
la jornada oriental es un sol que ruboriza las mejillas
y que abre el jardín de flores de tu mesa.
La jornada, tú y la balsa de papel en que navegas
superan el naufragio
y alcanzan puertos que te dan la bienvenida.
30 de mayo de 2020. ADAPTACIÓN DE UN POEMA PARA LOS JORNALEROS ORIENTALES