La depreciación del peso en algún sentido es favorable (sic) a México.
Peña Nieto.
La mayoría de los habitantes del otrora país del cuerno de la abundancia, estamos hasta la coronilla de las inoportunas aseveraciones de los políticos autóctonos, los cuales insisten en no darse cuenta de la realidad que vivimos; esto no es nuevo, desde tiempos de Ernesto Zedillo, éste se aventó la puntada de afirmar que: “México deberá ahorrar en energía, motivo por el cual el país se incorpora junto a otros que ya experimentado las bondades de vivir en un horario de verano, con esta medida México y sus habitantes saldrán beneficiados.” Resultados CFE y Pemex, empresas de “orden mundial”, se encuentran próximas a ser privatizadas, para caer en manos de las voraces/depredadoras empresas transnacionales, mientras los mexicanos pagamos cuotas y servicios cada vez más altos, pese a los dichos de ya saben quién.
Hoy 2015, el secretario de Economía Ildefonso Guajardo inspirado en los desmanes zedillistas, señaló con respectó a la traumática devaluación/inflación que padecemos, un pensamiento profundo: “No hay impacto (sic) de la devaluación en el índice nacional de precios al consumidor.” Pobre hombre, entendemos su aseveración, funcionarios como él nunca asisten a los mercados y no se percatan del continuo incremento de las los productos de primera necesidad.
¿Los barones del dinero coinciden con las declaraciones de Guajardo? El líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan Castañón, no coincidió con lo dicho por el burócrata federal: “Los empresarios han soportado la volatilidad cambiaría para mantener la competencia en el mercado (…) pero a principios de septiembre se mostrarán ajustes en los precios.” Si la amenaza se cumple se desatará la inflación que empobrecerá, aún más, a los trabajadores.
Tocó el turno de Alicia Bárcena, de la CEPAL misma que desmitificó las fantasías neoliberales, con respecto al porqué el país no puede salir del atolladero, en su informe sobre los primeros seis meses del año en curso apuntó: “En este 2015 se nota una disminución de la economía debido a varios factores, entre los cuales destacan los siguientes: disminución en las entradas públicas, debido a la reducción de los ingresos petroleros (no que es un éxito la reforma petrolera); un mercado interno débil, debido sobre todo a los bajos salarios (objetivo neoliberal donde finca ellos sus pírricos crecimientos); esta situación muestra consumos mínimos; bajos niveles en inversión (están muy contentos los jefes neoliberales por las próximas llegadas de dinero ¿será?) por último la lenta recuperación del sector de la construcción.” Nuevamente los mexicanos nos vemos expuestos a las vanidades de los tecnócratas en turno, y tendremos que desembolsar en los días por venir, 50 mil millones de dólares en la compra de productos alimenticios al extranjero, como consecuencia del abandono del campo.