Gali, Alcalde de las obras infladas en costo, mal hechas, se le caen y lo persiguen los difuntos
Llega a su segundo informe; su principal promesa fue terminar su gestión y no cumplirá
La Noria, Atlixcáyotl y boulevard Juan Pablo II. Viviendas y comercios fueron desalojados por la torpeza en la construcción del nodo vial que sustituirá al puente 475, al perforarse un tubo de gas de 6 pulgadas que abastece toda la zona.
Diego Santa Cruz
El Heraldo de Puebla
El Heraldo de Puebla
Lunes 15 de febrero de 2016
El viernes pasado fue un corredero de gente por La Noria, Atlixcáyotl y boulevard Juan Pablo II. Viviendas y comercios fueron desalojados. La razón: Otra vez la torpeza en la construcción del nodo vial que sustituirá al puente 475, al perforarse un tubo de gas de 6 pulgadas que abastece toda la zona.
Protección Civil se hizo cargo de la situación y controló, pero no deja de ser otro error municipal que pudo costar vidas, como el de 6 trabajadores que recientemente enlutaron a sus familias.
¿Dónde está la planeación?
El asunto es hacer obras y que fluya el dinero.
Es la forma de enriquecerse inflando costos; utilizando material de pésima calidad; entregándolas defectuosas, a tal grado que se derrumban.
Los difuntos persiguen al mentiroso e ineficiente Presidente Municipal.
No son inventos.
Su primera gran farsa fue cuando promete que si gana la Alcaldía terminará su gestión de 4 años 8 meses. A estas alturas, está a punto de pedir licencia para ir por la gubernatura. Es evidente: No cumplirá.
Como Secretario de Infraestructura, fue el responsable de la negociación para construir el Centro Integral de Servicios (CIS), que al ser concluido presentaba grietas en los muros, había goteras, el estacionamiento se inunda y el endeudamiento por 3 mil 800 millones de pesos fue el primer escándalo que puso a flote los Proyectos de Prestación de Servicios que, actualmente, constituyen uno de los grandes fraudes de Gali y el morenovallismo en pleno.
El puente gigante “Ignacio Zaragoza” se le derrumbó, hubo un muerto; también se le cayó el “Carlos Camacho Espíritu” y se argumentó que el viento fue el “culpable”; es decir, llegó el lobo feroz y sopló. Si no fuera suficiente, mandó a colocar semáforos en la bajada de las plataformas, ocasionando, hasta la fecha, cuellos de botella desastrosos para la agilidad vial.
La pavimentación de calles con concreto hidráulico han sido de risa, pues se le olvidó colocar alcantarillas y drenajes, teniendo que rehacer el trabajo.
A estas alturas, ya se apoderó de la ciudad desplegando una inmensa masa propagandística dizque promocionando su informe, cuando en realidad es una campaña adelantada de la elección del 5 de junio próximo. Es la misma táctica de 2010 cuando Rafael Moreno Valle Rosas ganó el Gobierno de Puebla: Mucha publicidad y golpear al rival político. Blanca Alcalá ya está probando los misiles de enfrente.
¿Y sobre la riqueza de Tony Gali Fayad?
Esa es otra historia.