Nos conocimos opacos.
Un esmeril nos cortaba
en trozos
irregulares.
Mas el conocimiento
transparenta.
**
Soplé en sus senos
todos mis pulmones
y sentimos
la brisa en las caderas
al vaivén de las nubes.
Navegamos.
***
Eres mi sustento,
me dijo como elogio.
Asustado le pedí
que imitara al menos
al ave que trepa al rinoceronte
y le guía.