Un puente vehicular se derrumbó sobre una zona urbana al noreste de Italia, dejando bajo los escombros decenas de vehículos que transitaban sobre él a las 12 horas locales (UTC+2).
El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, ha confirmado al menos una treintena de muertes y cinco heridos graves tras el derrumbe de la estructura de 90 metros de altura y de acuerdo al viceministro de Transporte e Infraestructura, Edoardo Rixi, el número de decesos “por desgracia aumentará” en próximas horas. Hasta el momento continúan las labores de rescate pues bajo los escombros aún hay decenas de autos con personas dentro y la lluvia de las últimas horas ha dificultado la tarea de los socorristas.
El puente Morandi construido en la década de los sesenta, de mil 182 metros de longitud, se colapsó en cientos de metros dificultando la comunicación vial que conecta la frontera de Francia con el norte de Italia (Milán).
A través de su cuenta de Twitter, el ministro italiano de Transportes e Infraestructuras, Danilo Toninelli, dijo seguir con una enorme preocupación por lo sucedido en Génova y se perfila como una “inmensa tragedia”.
Asimismo otras autoridades han señalado que la situación es consecuencia de la negligencia para manejar y dar mantenimiento a las vialidades del país, especialmente las construidas en un periodo entre 1950 a 1970, derivado de restricciones europeas que impiden que se invierta en la seguridad de los italianos.