Este miércoles, 40 policías municipales y un centenar de personal administrativo del ayuntamiento de Coronango comenzaron un paro laboral de forma indefinida, como medida de presión para exigir el pago de la primera quincena de diciembre, aguinaldo y otras prestaciones sociales.
La protesta dio inicio al cambio de turno, por la mañana, luego de que el personal del área de Tesorería confirmó que no existe una fecha para el pago de la primera quincena del mes, mucho menos si habrá recursos para cubrir el aguinaldo.
Esto se debe –precisaron– a que la Comuna afrontando una severa crisis financiera.
Por lo anterior, amagaron con no desistir de la manifestación, pues hoy jueves es el último día de labores en el ayuntamiento, por motivo de las vacaciones decembrinas, para reanudar el trabajo hasta el próximo 7 de enero del año entrante.
“No tenemos dinero ni para comer cuando ya devengamos nuestro trabajo”, reclamaron notoriamente molestos.
A esto se suma, informaron, que el alcalde de extracción panista Efraín Titla Galicia no aparece por la presidencia municipal desde hace dos semanas, por lo que se desconoce su paradero.
Los quejosos expusieron que el paro de labores será de forma indefinida hasta que la Comuna les dé una respuesta a sus demandas.
Sin embargo, dejaron en claro que el servicio de seguridad se sigue brindando a la población, con la reactivación de dos células de policías que vigilan la localidad.
En entrevista, los policías expusieron que esta problemática la vienen arrastrando desde el año pasado, con el pago tardío de sus salarios.
Aseguraron que esta situación se agravó en septiembre, cuando el ex tesorero Yahir Portugal López planeó un autorobo de 1.2 millones de pesos, que era para cubrir la nómina del mes.
Desde entonces, señalaron que la situación ha ido de mal en peor, pues por el ayuntamiento han pasado tres tesoreros en menos de tres meses, lo cual dificulta el manejo de los recursos económicos.
En un recorrido por el lugar se pudo confirmar que el Palacio Municipal de Coronango se encuentra cerrado con candado al público, por lo que se suspendieron todos los servicios que se brinda a la ciudadanía.
En las afueras del inmueble público, una veintena de uniformados mantiene una guardia permanente en el lugar, mientras que dos vehículos recorren la localidad a fin de atender cualquier eventualidad en materia de seguridad.
En otro punto de la explanada frente a la Comuna, otro grupo de trabajadores administrativos se reunió con el secretario general del ayuntamiento, Alejandro Coyotécatl, y un enviado de la Secretaría General de Gobierno del estado (SGG), sin llegar a un acuerdo.
En ese rato, el nuevo tesorero, Gonzalo Vélez de Jesús, quien asumió el cargo hace apenas dos semanas, amenazó con mentadas de madre a los policías que si siguen con la protesta habrá represalias, pues de todas maneras no hay dinero para pagarles.
Según palabras textuales del tesorero no hay dinero para pagar salarios en el cierre de año ni para los dos primeros meses de 2014, porque el ayuntamiento está en “banca rota”.
Ante este panorama, los policías no descartan que haya renuncias masivas a la Dirección de Seguridad Pública del ayuntamiento, ya que no está garantizados el pago de salario de 40 policías, quienes reciben 2 mil 500 pesos a la quincena.
Hay que destacar que al igual que a la planilla laboral, que asciende a más de 200 trabajadores, tampoco se le ha pagado salario y prestaciones al síndico y a los regidores.