Emotiva y al mismo tiempo reflexiva. Así fue la celebración de los 80 años de Abraham Paredes García, un testigo de la vida de Puebla, pues su aniversario fue el momento preciso para hacer un llamado: que es necesario recuperar, organizar y poner a la disposición de sus pares, investigadores y público en general, el vasto material fotográfico que posee y que registra por lo menos los últimos 55 años de historia de este estado.
Este domingo 8 de septiembre, fecha que él celebra como día de su onomástico, pese a que nació el día 7 de septiembre de 1939, Abraham Paredes fue rodeado por familiares, amigos, compañeros de profesión y su compañera de vida, doña Filogonia González Rosas, con quien procreó a cuatro hijos, y con quien ya tiene varios nietos y bisnietos.
En la Casa de la Cultura, lugar en donde fue registrado “cuando aquí había un Registro Civil”, el fotógrafo recibió un homenaje de esta casa editorial que celebró no solo su cumpleaños número 80 sino los 30 años que juntos, periódico y fotógrafo, han compartido.
Aurelio Fernández, director de La Jornada de Oriente, fue el encargado de recibir al fotorreportero a su llegada a Casa de Cultura. Entre las notas de Las Mañanitas, Abraham Paredes entró envuelto entre aplausos. Con lágrimas y visiblemente emocionado, recibió cada uno de los abrazos de sus amigos y compañeros de profesión.
Una vez instalado en la mesa de honor, Abraham Paredes vio desfilar una serie de fotografías que, con humor, dejaron ver que su oficio lo había desarrollado antes, “quizá en otra vida u otra edad”, como dijo Aurelio Fernández, quien con humor presentó una serie de montajes fotográficos en blanco y negro y en sepia: cuando Paredes iba de “mosca” en el vagón de Pancho Villa, tomando una fotografía a Aquiles Serdán ya con el balazo en la frente, al lado del general Felipe Ángeles y Emiliano Zapata, como miembro de la tropa villista, y durante la firma del Plan de Ayala.
No quedó fuera aquella fotografía de Abraham al lado de doña Filo, y las otras imaginadas con la pareja despidiéndose en el ferrocarril, o las del fotógrafo en una cárcel con los hermanos Flores Magón, tomando tequila con Lucha Reyes, al lado de Villa y Zapata, y la del bautizo del ex gobernador Guillermo Pacheco, imagen que provocó la risa de los asistentes.
Ya en otro tono, Aurelio Fernández reconoció a Abraham Paredes como un fotógrafo fundamental para La Jornada de Oriente, “el primero y el único en sus inicios”, hace ya tres décadas.
“Tuvo errores porque dijo que íbamos a fracasar en 15 días y llevamos 30 años con La Jornada de Oriente… Ha sido un fotógrafo crucial, desde los primeros momentos ha estado ahí”, aseveró y recordó que fue Abraham Paredes el primer fotógrafo en tomar una erupción del volcán Popocatépetl en 1994, a la par de que registró todos los episodios dramáticos del ejido de San Andrés cuando el ex gobernador Mariano Piña Olaya expropió dichos terrenos, hoy parte de la llamada Reserva Territorial Angelópolis.
“Ha sido una columna vertebral de La Jornada de Oriente y de la ciudad, del estado y de su historia. Ha logrado conservar uno de los archivos más importantes de la entidad por lo menos desde 1966 y algunas de los años 50 del siglo anterior. Ojala que algún día ese acervo se organizara y curara, y se diera el ejemplo como insisten los fotógrafos Javier González, Everardo Rivera y Ángela Arziniaga, de que es necesario rescatar el archivo de los fotoperiodistas de la ciudad”, indicó el periodista.
Por último, Aurelio Fernández resaltó que existe disposición de la Secretaría de Cultura, y las autoridades municipales así como de la universidad, para que se den las condiciones del proyecto pues es necesario recuperar y organizar los acervos de los fotorreporteros de Puebla, empezando por Abraham Paredes.
En su turno, tras largos aplausos y con la voz entrecortada, Abraham Paredes agradeció el homenaje. Dijo que de los más de 55 años de vida de fotógrafo profesional, 51 de ellos habían sido para la cultura.
“Es una emoción enorme; a los amigos, a las amistades, a todos les agradezco porque me han dado vida, esperanza y amor”, expresó enternecido.
A su lado, doña Filogonia González habló de su vida de 55 años al lado de Abraham Paredes, de cómo lo ha visto luchar, en “las buenas y en las malas”. “No me canso de repetirle a mis hijos y a mis amigos, aunque le pese al mundo, que mi esposo es primero. No tengo a quien agradecerle que estemos unidos hasta este día, él con su vocación y yo cuidádonle las espaldas. Ese ha sido uno de mis proyectos de vida desde hace 55 años”, mencionó conmovida.
Para cerrar y dar paso a un convivio, doña Filo agradeció a Aurelio Fernández el empeño para realizar el homenaje. “Siempre está con nosotros y en nuestra mente”.