Una historia que se cuenta entre algunos residentes de La Vista, el fraccionamiento más fastuoso de Puebla, es que desde hace algunos unos meses una mujer quiere construir una onerosa mansión en el terreno más caro de la zona, valuado algo así como en unos 3 millones de dólares. Lo que llama poderosamente la atención es que la interesada no es una empresaria ni mucho menos es una integrante de la elite poblana, sino el escándalo que se ha generado es que se trataría de una legisladora federal de la 4T, que ya varias ocasiones ha protagonizado controversias que contrastan con la austeridad republicana del movimiento lopezobradorista.
Según lo que se cuenta en La Vista es que se trataría de Dulce María Silva Hernández, famosa por haber protagonizado la llamada “Boda fifí”, mediante la cual el 29 de septiembre de 2018 contrajo nupcias con César Yáñez, el entonces vocero de Andrés Manuel López Obrador –quien en ese entonces era presidente electo de México—y que ese episodio le habría costado caro, al no convertirse en el titular de Comunicación Social del Palacio Nacional.
Silva Hernández actualmente es diputada federal por la vía plurinominal y representa a Tlaxcala –de donde es originaria–, pero su residencia se ubica en Lomas de Angelópolis, en la ciudad de Puebla, una situación que le fue muy criticada en meses anteriores en que aspiró ser candidata de Morena a la gubernatura tlaxcalteca y fue derrotada por Lorena Cuéllar, la actual mandataria de ese vecino estado.
De acuerdo a lo que se cuenta en el cotilleo de La Vista, es que hace algunos meses Dulce María Silva habría iniciado la construcción de una mansión y el proyecto inmobiliario la desarrollaba el arquitecto Rodolfo Molina, quien dejó la obra cuando surgió un conflicto familiar que frenó los trabajos.
El tema llamó mucho la atención porque el predio en cuestión se ubica en Circuito Volcán sin número, debido a que todavía no hay una construcción terminada. El terreno es considerado el más caro de dicha zona residencial, por tener una posición privilegiada, ya que se ubica frente a la Casa Club de La Vista.
Conocedores en materia inmobiliaria estiman que ese terreno, que mide unos 2 mil 500 metros cuadrados, tendría un costo aproximado de mil 200 dólares el metro cuadrado, lo que da un valor global de 3 millones de dólares. Algo así como unos 60 millones de pesos, al tipo de cambio actual. Ver el mapa de abajo.
El propietario del predio, al parecer, sería un tío de Dulce María Silva, que se encuentra fuera de Puebla.
La versión que cuentan algunos vecinos de la zona es que el tío habría descubierto que se falsificó su firma para autorizar que se iniciaran las obras de la residencia y que eso lo molestó, provocando que –por ahora—no de su consentimiento de seguir con la construcción.
Que incluso el tío habría viajado a Puebla para impedir que siguiera la construcción en cuestión, para reclamar la supuesta falsificación de su rúbrica. Por eso, ahora la obra luce abandonada y no se sabe cuándo se podría reanudar.
Una historia de escándalo
El nombre de Dulce María Silva Hernández saltó a la opinión pública cuando el 10 de marzo de 2016 fue detenida por la Fiscalía General del Estado, a cargo del morenovallista Víctor Carrancá Bourget, que la acusó del delito de lavado de dinero, luego de que no pudo acreditar el origen de un predio –que quiso vender—y al parecer era copropietaria de los hermanos Tiro Moranchel, quienes están presos por un gigantesco fraude financiero cometido a finales del sexenio de Mario Marín Torres.
14 meses después, el 1 de mayo de 2017, salió del penal de San Miguel mediante un amparo de forma, no de fondo, pues se argumentaba que estaba enferma de la tiroides y no podía seguir en prisión, por estar en riesgo su vida. Es decir, en ese momento no dejó la cárcel por demostrar su inocencia o haber purgado una pena.
Se supo que ese amparo se le concedió por la intervención del entonces José Antonio Gali Fayad, como una manera del mandatario panista de entablar puentes de negociación con la 4T y porque ya advertía el triunfo lopezobradorista de 2018.
16 meses más adelante, Dulce Silvia volvió a protagonizó un fuerte escándalo cuando se casó con César Yáñez, en una boda que se convirtió en un espectáculo mediático y que algunos estimaron que el evento habría costado, por lo menos, unos 8 millones de pesos y que de nueva cuenta, se veía atrás la posible intervención de José Antonio Gali Fayad, para costear la lujosa fiesta.
Obviamente la fiesta antes mencionada y ahora la posible casa en La Vista, son fuertes contrastes con el espíritu de la 4T que ha buscado eliminar los gastos suntuosos que caracterizaron a la clase política del PRI y del PAN.
Cuando fue la llamada “Boda fifi”, llegó como invitado López Obrador y se le notó incomodo, fuera de su ambiente y su presencia fue reducida.
En contraste con el morenovallista José Antonio Gali Fayad que siempre estuvo como “pez en el agua” en el festejo y hacía olvidar que alguna vez, Dulce María Silva se autoproclamo “presa política” del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.