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El director de Agua de Puebla, Héctor Durán Díaz, salió en defensa de la regidora del Partido Acción Nacional (PAN), Augusta Díaz de Rivera y pretendió descalificar la información del ambientalista Francisco Castillo Montemayor, sobre los negocios multimillonarios que ha logrado la concesionaria del servicio en la capital.
Además, señaló que la ciudad de Puebla tendrá un buen servicio de agua potable hasta dentro de dos años y medio.
Sobre el riesgo de que la concesión le sea retirada a Agua de Puebla, expresó: “¡El que nada debe nada teme!” y pidió que sobre el trabajo de la compañía se emitan “opiniones positivas” (sic)
“A las autoridades hay que respetarlas, a las mujeres hay que respetarlas y él le faltó el respeto a una mujer y a una regidora, y de la información que tiene es errónea, nada más”, aseveró el ejecutivo cuando se le preguntó sobre la discusión que el jueves pasado protagonizaron el exsecretario del Medio Ambiente y la representante popular derechista.
Todo comenzó cuando Francisco Castillo expuso que Agua de Puebla ha engañado a la ciudadanía, al utilizar información falsa para acceder a créditos y a una prórroga hasta por 10 años para cumplir con el contrato.
Castillo, preso político del fallecido gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, acusó que para que Agua de Puebla continuara saqueando el erario hubo contubernio con funcionarios del morenovallismo y del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap). Afirmó que se repartieron 246 millones de dividendos, sin pagar un peso del crédito otorgado al organismo. En su lugar, explicó que la concesionaria inició una escalada en el aumento de la tarifa del agua en contra de la ciudadanía, para que fueran ellos quienes pagaran la deuda.: “Decía la empresa que no tenía dinero, pero si tuvieron millones de utilidades y se las dividieron; hubo confabulación de funcionarios del gobierno del estado y el Soapap que consintieron a la empresa”, aseveró.
Cuando el ambientalista exponía que la compañía obtuvo utilidades de 2015 a 2018 de hasta 562 millones de pesos, de los cuáles no destinó un solo peso para el pago de un crédito que solicitó por mil 400 millones de pesos, Augusta Díaz de Rivera intentó callarlo: “¡Ya vas con lo mismo!”, profirió la regidora a Castillo Montemayor, quien notoriamente molesto reviró: “¡es inadmisible, deja de defender a una empresa que nos saquea!”.
Entrevistado ayer durante un recorrido que Agua de Puebla organizó para medios a fin de dar a conocer, la rehabilitación de un túnel construido en 1911, el cual servirá para conducir el agua del río Atoyac a la planta tratadora Las Carmelitas, Héctor Durán Díaz, intentó soslayar los asertos de Castillo Montemayor, pero no brindó cifras ni otros datos.
Por otra parte, sobre la posibilidad de que la concesión le sea retirada a Agua de Puebla y el servicio sea recuperado por el ayuntamiento de la capital de Puebla, el director de la concesionaria manifestó: “¡El que nada debe, nada teme!”.
–¿Hay un temor de que con la publicación del título se agilice la remunicipalización del servicio?
–El que nada debe, nada teme –respondió. Entonces, no hay ningún temor, estamos trabajando. Lo que nosotros queremos es retroalimentación con las autoridades, con la sociedad civil, con las cámaras empresariales, que podamos rescatar el proyecto.
No había inversiones importantes para poder darle la vuelta a la problemática (del agua en la Angelópolis). Nosotros no estamos diciendo que la concesión es lo mejor, simplemente es una alternativa que está funcionando con un plan de largo, mediano y largo plazo. Estamos cumpliendo y nuestro primer granito es que en unos 30 meses más Puebla va a tener un buen servicio”.
–¿Revertir la concesión podría ser un retroceso? –le cuestionaron.
–No sé, pero reitero, esto es una alternativa, un plan de trabajo, hay montos de inversión comprometidos, hay gente metida al cien por ciento en esto. Ahí está el plan y está a disposición de todos, se puede retroalimentar y mejorar –contestó.
Luego, solicitó opiniones “constructivas” sobre el trabajo de Agua de Puebla: “La opinión de todos es importante, pero una opinión constructiva, que realmente no se pierda el objetivo de tener una mejor agua”.