En plena cuarentena a cuatro dirigentes de Morena y 12 trabajadores formales del partido los despojaron, en unos casos, de sus fuentes de empleo, y en otros, de sus oficinas, del control de las prerrogativas e intervención en las decisiones de dicha fuerza política. Lo grave de este asunto, es quien ejecutó tales arbitrariedades actúa al margen de la legalidad del estatuto morenista, pues viola un principio básico: no se puede ser directivo partidista y al mismo tiempo funcionario público.
La llegada a Puebla de Carlos Alberto Evangelista Aniceto como delegado especial de Morena, lejos de poner orden está ahondando en una crisis legal de la conducción del partido. El directivo ha convertido a María Isabel Lugo Sánchez en su brazo derecho, sobre todo para aplicar una política golpista, sin importar en lo más mínimo que la presencia de esta mujer en los asuntos de la agrupación lopezobradorista raya en la ilegalidad estatutaria.
María Isabel Lugo, en su calidad de secretaria de Finanzas, ha sido el artífice para cancelar el pago de los ingresos de Mario Bracamonte y otros tres dirigentes estatales de Morena, que legalmente son reconocidos por el Instituto Nacional Electoral, así como de 12 trabajadores que tenían mucho tiempo laborando en el partido. Además, dejó de cubrir una larga lista de adeudos que se tienen con un arrendatario, proveedores y prestadores de servicios. Todo ello sin que se sustente en un acuerdo de los órganos colegiados morenistas.
Lo grave es que encarda de las finanzas de Morena legalmente no tendría que estar al frente del manejo del partido, por la siguiente razón:
De acuerdo a la nómina oficial del ayuntamiento de Puebla, María Isabel Lugo Chávez tiene el número de control 319 mil 915, está asignada como analista consultiva de departamento en asuntos de atención a comunidades indígenas, por lo que percibe un salario mensual de 18 mil 80 pesos con 86 centavos.
Según las normas internas de Morena, nadie puede ser dirigente del partido y al mismo tiempo funcionario público. Por esa razón se supone que en noviembre de 2019 esta mujer había renunciado a la cartera que tiene en el partido, luego de que se había hecho cargo de las finanzas del mismo durante las gestiones de Gabriel Biestro Medinilla y Mario Bracamonte González.
En la práctica, esta mujer nunca ha dejado de controlar los fondos de Morena, una función que se le ha vuelto a asignar con la breve gestión que lleva el delegado Carlos Evangelista Aniceto.
Se sabe que María Isabel Lugo se estaría ella misma autopagando alrededor de 30 mil pesos mensuales de las prerrogativas del partido, cuando ella legalmente estaría impedida para ejercer esa responsabilidad.
Algunos miembros de esa agrupación dicen que aparte la secretaria de Finanzas tendría otras dos amigas en la nómina de Morena, cada una de ellas con una percepción similar, de unos 30 mil pesos al mes.
Militantes morenistas han presentado un recurso legal contra María Isabel Lugo Chávez ante la Comisión Nacional de Honor y Justicia (CNHJ) del partido, pero lamentablemente en este órgano los asuntos avanzan a paso de tortuga, por lo cual se estima que tardará mucho en determinarse si son legales los asuntos de queja de Puebla.
En el recurso interpuesto ante la CNHJ se narra que, de un día para otro por órdenes de Carlos Alberto Evangelista y por conducto de María Isabel Lugo, se mandaron a cambiar las chapas de la sede oficial de Morena en Puebla y sin previo aviso, o justificación, se sabe que la actual dirección nombrada por el barzonista Alfonso Ramírez Cuéllar, está en proceso de arrendar un nuevo inmueble para que ahí se muden las oficinas.
Mediante ese movimiento a los trabajadores de Morena se les negó el paso a su centro de trabajo y se les dio de baja de la nómina. No hubo liquidación de por medio y mucho menos, una explicación del cambio.
Los trabajadores morenistas ya se encuentran listos para que cuando Puebla regrese a “la nueva normalidad” sean los primeros en presentar demandas laborales por despido injustificado.
Y esa misma actitud –de presentar denuncias mercantiles– la tienen proveedores y prestadores de servicios, junto con el arrendatario de la anterior sede morenista, por falta de pago de compromisos.
En el escrito de queja los inconformes le piden a la CNHJ de Morena que se invaliden todos los actos de María Isabel Lugo Chávez, al frente de la Secretaría de Finanzas, en el periodo que va de noviembre de 2019 hasta junio de 2020.
Y narran un hecho grave: el Comité Municipal de Morena en Zacatlán había rentado un local, lo había amueblado y funcionaba como centro de atención a la militancia.
El pasado 9 de mayo, a las 12 horas, María Isabel Lugo se habría presentado en Zacatlán para desconocer el contrato de renta del local y apoderarse del mobiliario, del que se ignora su paradero. Ahora en Zacatlán no hay sede de Morena.
Pareciera que los actuales dirigentes quieren que con la misma velocidad que Morena llegó al poder, quieren acabar con el partido.