Puebla es el tercer lugar en muerte materna a nivel nacional con 25 casos en lo que va de 2016; se ubica solo por debajo del estado de México, con 70 muertes, y Chiapas, con 38.
Datos del Observatorio de Muerte Materna (OMM) indican que tan solo en la semana 28 del año, que va del 11 al 17 de julio, se presentaron en el estado dos muertes de mujeres en el parto o pocos días después.
Además en su estudio Indicadores 2014 Mortalidad Materna en México, el OMM indica que la tasa de mortalidad materna es de 37.6 por cada 100 mil nacidos vivos, que es 43.2 por ciento superior al límite de 22.2 establecido por la ONU en los Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM).
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) “la muerte materna es un indicador significativo de la calidad de los servicios de salud y de la equidad en el acceso y la prestación de éstos”.
Muerte materna a la alza
El Observatorio de Mortalidad Materna (OMM) en México –que está conformado por organizaciones de la sociedad civil, academia y gobierno– publicó las cifras de mortalidad materna de 2016 hasta el 17 de julio, donde se destaca que 422 mujeres murieron en el país por complicaciones en el parto o dentro de los 42 días siguientes.
Los cinco estados con más muertes maternas son: México, con 70; Chiapas, con 38; Puebla, con 25; Veracruz, con 23, y Nuevo León, con 22. De todo el país solo Baja California no presenta casos.
En el estudio Indicadores 2014 Mortalidad Materna en México, que el OMM presentó en junio de 2016, se revela que la tasa de muertes maternas va a la alza, ya que durante 2013 la tasa de mortalidad fue de 31.8 por cada 100 mil nacidos vivos y para 2014 la tasa fue de 37.6, lo cual representa un incremento de 18.2 por ciento.
Al ver los datos históricos también se observa que si bien de 2009 a 2010 la tasa de mortalidad materna bajó 25.3 por ciento, para 2012 volvió a subir 12.9 por ciento al ubicarse en 50.5 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos. Y en 2013 volvió a bajar a una tasa de 31.8; sin embargo, no se pudo mantener esta baja en los años consecutivos.
Poblanas mueren en el parto
Otros de los datos que el OMM dio a conocer en su estudio 2014 es que seis de cada diez muertes maternas en la entidad se presentaron en hospitales de la Secretaria de Salud estatal, otro 13 por ciento murió en su hogar y dos poblanas fallecieron en la vía pública.
Una de cada diez mujeres que fallecieron en o después del parto pertenece a algún grupo indígena. Asimismo tres de cada cinco casos de muertes maternas fueron de mujeres que trabajaban en el hogar, y 15.2 por ciento no tenía ocupación.
Casi la mitad de las muertes maternas (47.8 por ciento) son de mujeres al menos tenían un año de educación primaria y casi una tercera parte (29.3 por ciento) al menos cumplió con un año de secundaria.
Las principales causa de muerte materna en la entidad fueron Causas obstétricas indirectas, Otras complicaciones principalmente del parto o del embarazo y enfermedades hipertensivas del embarazo.
La mayoría de las muertes maternas (26 por ciento) en el estado se dio en el grupo poblacional de 30 a 34 años, con 12 casos. Luego sigue el grupo de 25 a 29 años, con diez casos (21.7 por ciento), y después vienen las mujeres de 35 a 39 años, con nueve casos (19.5 por ciento).
Por estado conyugal de las 46 muertes maternas que se contaron en 2014, 37 corresponden a mujeres casadas o en unión libre y seis a solteras, es decir, que ocho de cada 10 poblanas que murieron en el parto o poco después vivía en pareja.
Aborto disminuiría las muertes
Cinayini Carrasco Colotla, coordinadora del programa de Derechos Sexuales y Reproductivos del Odesyr, dijo una de las principales causas de la muerte materna en México y Puebla son los abortos mal aplicados.
Según el OMM en 2014 cinco de las 46 muertes maternas que se presentaron ese año fue por aborto.
Por ello sería importante que las autoridades estatales difundan cuáles son las causales por las se puede abortar legalmente y promover la despenalización total, como ocurrió en la ciudad de México desde 2007.
“Muchas veces cuando las chicas llegan desangrándose, en lugar de atenderlas (en los hospitales) viene la criminalización”, sostuvo la representante del Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr).
El Coneval en su Evaluación Estratégica sobre Mortalidad Materna en México 2010 señala “la inducción del aborto en los lugares donde la ley no permite su práctica arriesga la vida y la salud de las mujeres” y luego agrega “las leyes que restringen esta práctica no logran reducir el número de mujeres que llevan a cabo este procedimiento, en ocasiones de manera riesgosa”.
En Puebla, de acuerdo al artículo 343 del Código Penal, el aborto no es sancionable cuando: sea causado solo por imprudencia de la mujer embarazada; sea el resultado de una violación; la mujer embarazada corra peligro de muerte a juicio del médico que la asiste, y cuando el aborto se deba a causas eugenésicas graves o enfermedades serias en el feto.
Otra cuestión que mencionó la coordinadora del programa de Derechos Sexuales y Reproductivos es que se deben capacitar a las parteras, porque en muchas de las comunidades alejadas del estado son las que atienden los partos.
Según cifras del Observatorio de Mortalidad Materna 15.2 por ciento de las muertes maternas que se presentaron en 2014 fueron atendidas por parteras; además de acuerdo al Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, en octubre de 2013 había solo tres parteras técnicas contratadas por hospitales en Puebla.
“Incluir a las parteras (en los sistemas estatales de salud) nos parece que es vital y que es un trabajo que no se está haciendo, sobre todo en Puebla (…) Muchas mujeres oyen más a una partera que a un médico, porque si van con el médico y las va a regañar ya no regresan”, comentó la especialista.
No se acatan recomendaciones
En su estudio de 2010, el Coneval da recomendaciones puntuales para disminuir la muerte materna, una de ellas fue “emprender acciones que refuercen las habilidades en la atención de emergencias obstétricas del personal de salud en las siguientes nueve entidades federativas: Chiapas, Chihuahua, el Distrito Federal, Guerrero, estado de México, Jalisco, Oaxaca, Puebla y Veracruz, además de promover un plan de seguridad dirigido a la población cautiva –beneficiaria del IMSS– o del Seguro Popular”.
A pesar de ello en octubre de 2013 la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) recibió una queja por muerte materna ocurrida en la clínica 15 del Instituto Mexicana del Seguro Social en Tehuacán, pero debido a que es una institución federal el caso fue atraído por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En la versión pública del expediente, la hermana de la víctima narró que el 9 de septiembre de 2013 la víctima, que tenía 29 semanas de embarazo, acudió a la clínica para que le hicieran un ultrasonido, dado que se sentía mal y buscaba se le diera una incapacidad. Sin embargo los médicos se la negaron y regresó a trabajar como vendedora, donde pasaba mucho tiempo de pie.
El 7 de octubre la víctima ingresó al área de urgencias al rompérsele la fuente, pero fue hasta el día siguiente que se le practicó una cesárea. La hermana dijo que al momento de ayudar a la víctima a bañarse notó que tenía tres orificios en la parte baja de la espalda muy inflamados. A pesar de que la víctima se quejó de un zumbido en el oído, dolor de cabeza y espalda, se le dio de alta el 9 de octubre.
Un día después la víctima, acompañada de su hermana, regresó al área de urgencias y allí detectaron que tenía tres perforaciones en la Duramadre (meninge exterior que protege al sistema nervioso central), por lo cual se le tenía que colocar un parche hemático. Pasaron dos días sin que se le hiciera el procedimiento y a pocas horas de la intervención, la víctima se convulsionó y fue trasladada a la ciudad de Puebla.
El 14 de octubre la víctima entró al quirófano de nueva cuenta, sin que se informara a sus familiares cuál era su estado de salud y qué era lo que le pasó. El 15 de octubre un médico les informó que estaba muy débil y que podría morir, el 16 de octubre se le declaró muerte cerebral.
De igual forma el Coneval menciona que se debe implementar el Programa de Acción Específico Arranque Parejo en la Vida (PAE–APV) para “Mejorar el acceso y la calidad de la atención obstétrica por personal calificado e incrementar la capacidad resolutiva de los servicios de atención de emergencia obstétrica y neonatal”.
Parte del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, dentro del cual se etiquetaron más de 585 millones de pesos para Puebla este 2016, se deben destinar al PAE–APV para acciones como campañas de difusión masivas, desalentar al máximo la referencia de casos, disminuir las cesáreas, disponer de forma oportuna de sangre y hemoderivados, y promover la formación y el empoderamiento de parteras profesionales, entre otras actividades.