Alineación de Morena. Si no ocurre ningún hecho extraordinario. Los candidatos al Senado son Ana Lilia Rivera y José Antonio Álvarez Lima. Y para las diputaciones José de la Luz Sosa Salinas, Rubén Terán Águila y Lorena Cuéllar Cisneros.
Una cantidad importante de aspirantes y suspirantes se quedaron con las ganas de ofrecerse. Las altas posibilidades de que la tercera sea la vencida provoca una permanente cargada de la clase política local. Al grado de que la quinteta está formada por ex priistas, ex perredistas y ex pevemistas.
Militantes de la izquierda se desgarraron las vestiduras para hacer públicas sus simpatías con Morena. Otras y otros aprovecharon los movimientos de la sociedad civil para exhibirse como luchadores sociales.
La mayor parte hizo gala de la sabiduría velazquiana. Con aquello que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Por lo que la alineación se integra con hombres y mujeres de experiencia en la representación popular y la administración pública.
La decisión, como ocurre en todo el país, se dejó a la ciudadanía. El partido analizó quiénes tenían mayores posibilidades. Integra una terna que es sometida al escrutinio de la población. Y los primeros lugares se quedan con la candidatura.
El síndrome Minerva se socializa y a algunas aspirantes les da por el don de la ubicuidad o la transmigración. Después de haber competido por un distrito ahora aparecen como residentes de otro. Lo importante es sacrificarse.
Como se había anunciado, Morena solo va en alianza con el PT y la ciudadanía. Así que la alineación solo puede cambiar por la decisión del líder nacional y futuro candidato a la Presidencia de la República.
Los cinco candidatos tendrán que hacer trabajo político y no esperar solo el arrastre de El Peje. Los 44 mil votos que alcanzaron en 2015 no bastan para que la tercera sea la vencida.