Más allá de la alegría que causó en miles de alumnos, padres de familia y docentes la suspensión de labores de este martes, nada tuvo que ver la festividad de muertos para prorrogar el asueto por dos días, sino que se debió a que el Sindicato Nacional de Maestros de la Educación (SNTE) dejó sentir su fuerza ante el gobierno del estado.
La exigencia de cancelar clases un día más a la suspensión oficial marcada para el 2 de noviembre provino del SNTE, misma que fue autorizada poco antes de las 11 de la mañana de este lunes, y que en un primer momento se quiso justificar bajo el argumento de que habría “reuniones sindicales”, para evitar reclamos contra los docentes.
Una prueba de lo anterior es que las escuelas que tienen mayoritariamente maestros afiliados a los sindicatos disidentes, como el Setepi, van a laborar este día de manera normal. O por lo menos hasta ayer por la tarde no tenían una autorización oficial para cancelar clases.
Desde el sexenio del gobernador Melquiades Morales Flores la SEP había sido puntual en respetar el calendario escolar y solamente reconocer el asueto del día 2 de noviembre con motivo del día de muertos, y en todo caso en algunas escuelas se toleraba la suspensión de clases con el pretexto de la exhibición de ofrendas.
Ahora fue diferente: el SNTE pidió al gobierno del estado cancelar porque quiere regalarle a sus agremiados un día más de descanso. Son dos las razones:
La primera es que la alianza que el Partido Nueva Alianza (Panal) –que es la fuerza política del sindicato magisterial– hizo con el PAN en los pasados comicios de renovación del Poder Ejecutivo de Puebla le ha dado derecho al SNTE de exigir lo que quiera ante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.
El Panal en otras tantas entidades del país en que hubo elecciones se alió con el PRI o compitió de tal manera que no dañara la votación del tricolor. Solo en Puebla aceptó ir de la mano del PAN, razón por la cual los dirigentes magisteriales se sienten con la capacidad de reclamar canonjías.
La segunda razón es que a finales de este año habrán de renovarse las dirigencias de las secciones 23 y 51 del SNTE, en medio del malestar de miles de profesores que perciben a la alianza del sindicato con el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas como un beneficio exclusivo para los dirigentes gremiales, para el Panal, pero no para los docentes que no han visto mejoras laborales y de condiciones de vida.
Por eso se consideró que otorgar un día adicional de descanso a miles de profesores servirá para relajar y calmar el ambiente político en las dos secciones sindicales de Puebla.
Y de esa manera bajarle una rayita al malestar sentido que las bases magisteriales tienen contra sus líderes y el gobierno estatal.