El ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas busca la dirigencia nacional del PAN para reestructurarlo, en medio de un movimiento de un sector de ese partido que promueve su expulsión por los malos resultados de la elección, con videos que se difunden en redes sociales.
Al mismo tiempo, académicos, periodistas y actores políticos acusan a Moreno Valle de orquestar un fraude electoral en Puebla, con el respaldo del gobierno estatal y los órganos comiciales locales, para imponer a su esposa, Martha Érika Alonso Hidalgo, en el Poder Ejecutivo.
Ayer, el presidente electo del país, Andrés Manuel López Obrador, incluso desconoció la constancia de mayoría entregada a Alonso y manifestó que no recibirá la suya hasta que se limpie la elección de Puebla.
Dirigente del PAN y senador, las funciones que pretende alternar
Rafael Moreno Valle busca la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, luego de que este año renunció a su aspiración de competir por Los Pinos, para dejar el camino libre al hoy candidato derrotado, Ricardo Anaya Cortés.
El objetivo del ex gobernador es alternar su función de senador de representación proporcional –cargo que obtuvo este año–, con la de dirigente partidista, en medio de versiones extraoficiales de que buscará competir por el Poder Ejecutivo federal en los comicios de 2024.
Esta semana comenzó la difusión de videos en redes sociales que se oponen a su arribo a la presidencia del CEN, lugar que ocupa actualmente Damián Zepeda Vidales, quien se ausentó del acto de entrega de la constancia de mayoría a Martha Érika Alonso el domingo anterior.
En el material audiovisual, tachan a Moreno Valle de “esbirro” y “compañero de farra” de Ricardo Anaya, calificativos que también concedieron a Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota, Damián Zepeda, Marco Cortés, Miguel Ángel Yunes, Fernando Rodríguez Doval, Marcela Torres y Ernesto Ruffo.
“Una lista grande de esbirros responsables del peor fracaso del PAN en su historia (…) hoy piden un espacio para la reflexión, la reflexión es que se vaya”, enfatiza una voz en off, antes de presentar una numeralia de la derrota: 63 diputados electos, la cifra más baja desde 1985 y el menor porcentaje de votos en una elección presidencial de los últimos 32 años.