Cuando al fin parecía que los radioescuchas de Carmen Aristegui podríamos volver a informarnos a través de su agudo trabajo periodístico, al final de la semana nos enteramos de la demanda que Joaquín Vargas ha interpuesto en su contra. No es que fuera un hecho consumado la posibilidad de conectarse a la red y atender a un nuevo ciclo del trabajo radiofónico de Carmen, pero la buena noticia compartida por Mardonio Carballo, uno de sus colaboradores, nos alentó a albergar la posibilidad de pensar que esta larga espera con ella y su equipo fuera del aire estaría por terminar.
¿Se concretará el lanzamiento de este proyecto? ¿La sesión de fotografías del afamado Trabulsi con el equipo de Aristegui verá la luz? ¿La batalla judicial de Vargas despojará a la periodista de su patrimonio y con ello de la posibilidad de estar en el aire cibernético de la radio por internet? ¿Se convertirá en ejemplar de colección el libro que contiene la investigación sobre la Casa Blanca de Peña Nieto junto con el prólogo escrito por Aristegui?
Los últimos días del mes de julio de 2016 muestran episodios donde el conflicto se exacerba.
El jueves 21, Aristegui y los autores del libro, que es la versión escrita del reportaje radiofónico, ofrecieron una rueda de prensa y al final presentaron un mensaje de siete minutos que se ha reproducido en las redes sociales. Es de hacer notar que los jóvenes usuarios de facebook han compartido intensamente el video donde aparece Carmen.
Para el lunes 25, Joaquín Vargas Guajardo publicó en el periódico Reforma su respuesta a Carmen: el empresario defiende su prestigio y buena fama. Y es que Aristegui es articulista de este periódico y por ello, el dueño de MVS presentó su réplica aquí y no en los languidecientes noticiarios de su empresa.
Es apasionante revisar los bloques que respaldan a una versión y otra de la historia. Junto a Carmen, Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo, Jenaro Villamil, y un largo y robusto etcétera de los articulistas e intelectuales del país. En el bloque de Vargas, los escritores oficialistas que desde hace sexenios cuidan con celo los intereses del poder en turno.
Es muy interesante leer los comentarios de los lectores convertidos en opinión publicada. Los hay furibundos críticos de Aristegui, pero también hay un robusto grupo que defiende el punto de vista crítico y el trabajo que de ahí deriva. Es también un hecho que hay audiencias lejanas del tema y que siguen apostando por el infoentretenimiento neutral, ese que no se compromete con nada más que con el poder del rating y sus dividendos.
En este país que se cae a pedazos, aún hay privilegiados que se pueden dar el lujo de disfrutar de las vacaciones de verano. Pues esta batalla mediática cayó en plena vacación. Muchos nos enteramos así del mea culpa de Peña Nieto, de la demanda de Vargas contra Aristegui, de los feisbukeros que respaldan a una y a otra parte…
¿Ganará la demanda el honor y buen nombre de Vargas Guajardo? ¿Ganará Aristegui esta nueva batalla por la libertad? Muchos nos tememos lo peor. En un país donde el estado de derecho es una quimera, nuestros mejores deseos están justo con el ejercicio de las libertades y ello incluye esta cruzada de Carmen por defender su posibilidad de informar y nuestro derecho a estar informados.