La única constante es la luz. La que perfora todo lo que existe. Donde cada materia le contesta de un modo único, y la que esta vez permite contornear Puebla.
Esa luz es la protagonista de la exposición Instantes esenciales que abrió en el Pasadero cultural, un espacio de Mousai Galería que se ubica en la privada 5 de mayo C Poniente 5222, de la colonia Cuauhtémoc, aquí en la ciudad de Puebla.
Organizada en colaboración con Tian, taller del hábito, la exposición fotográfica proviene de personas que con exploración y asombro detienen el presente.
Lo hacen, continua un boletín informativo, al mostrar las cosas que les fascinan o abruman, las personas y los lugares que aprecian, que en conjunto terminan por definir los contornos de Puebla.
Por ello, esta exposición pretende generar un encuentro entre discursos y experiencias visuales, una interacción entre subjetividades.
Esa única constante luz hace que Puebla aparezca y permanezca a lo largo de kilómetros: entre las faldas del Popocatépetl-Iztaccíhuatl, Huaquechula, Teziutlán, al límite con el Pico de Orizaba.
Con esa luz se van “delatando formas de vida, muestras humanas, choques eléctricos, aspectos culturales y tiempos cruciales”.
También, esa misma luz capturada por la lente de los fotógrafos participantes, se transforma en otra al pasar de la urbe al Centro histórico hasta alcanzar su forma urbanizada.