Esta madrugada, el Centro Histórico de la ciudad de Puebla amaneció limpia de ambulantes, tras un fuerte operativo que mantiene sitiada la zona para impedir que los vendedores informales regresen a sus áreas de trabajo.
Los comerciantes reclamaron al alcalde capitalino, Luis Banck Serrato, de romper el pacto con los agremiados a la organización “Fuerza 2000”, pues revelaron que el pasado viernes decidieron quitarse voluntariamente del primer cuadro de la ciudad, tras la promesa de reinstalación después de concluir el “Buen Fin”.
Desde las primeras horas del día, el gobierno capitalino y del estado mantiene cercado el Centro Histórico, para impedir que los vendedores se reinstalen, por lo que se vive un ambiente de tensión ante un inminente enfrentamiento entre ambos bandos.
La calle 5 de Mayo, desde la 18 Oriente hasta la 4 Oriente, se mantiene cerrada, así como el primer cuadro desde la 9 Norte-Sur hasta la 4 Norte-Sur.
Como parte del operativo, atravesaron patrullas y cercas de plásticos en las calles 10, 12 y 14 Poniente, en las inmediaciones a la 5 de Mayo, donde se concentra el mayor número de comerciantes informales.
Por su parte, algunos vendedores se mantienen guarecidos con su mercancía en las vecindades que circundan la zona.
Inconformes amagan con enfrentamiento
Los inconformes amagaron que están dispuestos al enfrentamiento con los uniformados, si es necesario, para defender sus áreas como sucedió hace medio año, cuando el Ayuntamiento intentó, sin conseguir, que se retiraran del Centro Histórico.
Acusaron que lo único que quieren es trabajar, pero son tratados como delincuentes por parte de la autoridad.
En el parque de San Luis, ubicado en la calle 8 Poniente y 5 de Mayo, líderes ambulantes se reúnen para acordar una estrategia que les permita seguir trabajando durante diciembre y enero, la mejor temporada de ventas del año.