El voto no definirá las elecciones de 2018, tendrá que ir acompañado de la movilización ciudadana, de lo contrario el fraude es seguro, aseveró Lev Moujahid Velázquez Barriga, especialista en pedagogía e integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), tras advertir que la simpatía de esta organización hacia Andrés Manuel López Obrador podría mermar si persiste en formar un gabinete con personajes identificados con la tecnocracia y la derecha.
El docente impartió este miércoles una conferencia sobre el tema “Reforma educativa como estrategia integral”, en el marco del primero de tres días de movilización del Consejo Central de Lucha (CCL) de la CNTE en la capital tlaxcalteca.
“Creemos que el proceso electoral será insuficiente, el fraude será una realidad, el Estado mexicano no va a permitir que quien contraríe sus intereses llegue al poder, y que el cambio de régimen no se va dar por vía del voto”.
Lo que va a definir las elecciones de 2018 va a ser la capacidad de movilización de las personas para hacer valer su derecho en la calle, pero también en las urnas, aunque si se limita solamente al sufragio, “el fraude es seguro”, acentuó.
“Si acompañamos –enfatizó- todo este proceso coyuntural con movilización, con manifestaciones de repudio al régimen y además a través del voto, me parece que solo así será posible quitar al PRI (Parrido Revolucionario Institucional) del gobierno”.
Puntualizó que la sociedad mexicana está preparada para participar en congregaciones, ya que la coyuntura actual no es solamente electoral, sino de crisis y de representatividad de las élites antinacionales.
Enrique Peña Nieto –indicó- se sostiene con un pequeño margen de legitimidad entre la población. Más de 80 por ciento de ciudadanos repudian su política y hay muchos estudios que lo demuestran, además se percibe una efervescencia en diferentes sectores sociales que muestra que un movimiento popular puede acompañar “para echar al PRI”.
En el caso de Andrés Manuel López Obrador, aspirante a la presidencia de la República, comentó que tendrá que atender más las necesidades del sector de la izquierda identificado con él, pues “me parece muy mala la estrategia de ganar votos de la derecha (al aliarse con el Partido Encuentro Social) perdiendo” los de la corriente que lo ha reconocido.
“Deberá poner mayor atención en la integración del gabinete que planea, pues se encuentra más identificado con la tecnocracia y la derecha, lo cual le resta credibilidad entre sus seguidores”, asentó.
Si López Obrador plantea cuáles son las demandas o la solución –realzó-, particularmente del magisterio en torno a echar atrás la reforma educativa, tiene asegurado al menos este voto. Pero puntualizó que el sufragio que integrantes de la CNTE pudieran emitir a favor del político tabasqueño, sería en calidad de ciudadanos, no como agrupación, porque esta no se ha definido hacia ningún partido o candidato.
Aunque –subrayó- es innegable que hay una simpatía creciente de maestros hacia Andrés Manuel López Obrador y Morena, la cual podría mermar si insiste en que el próximo secretario de Educación Pública será Esteban Moctezuma, vinculado con la reforma neoliberal, el grupo TV Azteca y la derecha empresarial.
En este sentido, refirió que no hay congruencia en el tabasqueño, por lo que hace falta que este aspirante presidencial tenga más coherencia, remarcó el historiador.
En torno a los análisis de especialistas que solamente dan vigencia a la reforma educativa en el gobierno de Peña Nieto, consideró que son expectativas sobrevaloradas, pues esta es parte de las 11 estructurales del Pacto por México, de ahí que trascienden sexenios.
“Yo no creo que esté fracasada ni empantanada, pues me parece que el propio discurso es un poco desmovilizador. Hemos platicado con diferentes colectivos de profesores democráticos de la CNTE sobre ciertos mecanismos que van avanzando”.
Si bien no se ha evaluado al total de maestros del país, sino solo a un mínimo de entre 20 y 30 por ciento, por otra parte hay miles de expulsados a través de jubilaciones, porque prefirieron salvar su estabilidad laboral a enfrentarse a todo este proceso que les quita derechos laborales, agregó.
El también articulista de La Jornada nacional subrayó que se ha observado la formación de una nueva cultura laboral de sometimiento de docentes hacia la evaluación y que hay centenas de jubilados a quienes no se les regresan sus claves.
Esa circunstancia menoscaba sobre todo a las comunidades rurales, donde se ha empezado a ver un abandono a las aulas y la carencia de profesores, por lo que no hay una correlación entre la cifra de jubilados y las nuevas plazas, insistió.
“También han progresado los mecanismos de privatización de la escuela pública, como las Escuelas al 100, que ahora con los sismos de septiembre, en el caso de Tlaxcala, de Puebla y varios estados del centro de la República, fueron estas las de reciente construcción las que se cayeron; se habla de fraude y de transferencia de recursos públicos a cotizantes en la Bolsa de Valores, que son los grandes empresarios”.
Acentuó que duda que la voluntad de los políticos, de cualquier partido “tradicional de la derecha o de los progresistas autodenominados de la izquierda”, sea la de frenar o derogar la reforma educativa.
Por tanto, insistió en que es necesaria la movilización de los maestros y la demostración de rechazo, así como la propuesta en las aulas de un nuevo currículo escolar, pues la reforma ha evidenciado que es de carácter laboral, que ha cobrado despidos y que hay cerca de 200 mil trabajadores expulsados del sistema por medio de la jubilación.
“Está entregando recursos públicos de infraestructura al sector privado y entregó recursos de estrategia al Tecnológico de Monterrey y a otras instituciones particulares. Está viendo los procesos evaluativos como un negocio, pues hay estudios de Estados Unidos que apuntan que la venta de baterías de evaluación generan más recursos económicos que las entradas de cine”, citó.
Esta reforma –expuso- como estrategia integral, es para el desmantelamiento de la escuela pública, de los derechos labores y de las bases culturales del pueblo mexicano, pues en este caso impone la lengua del inglés. “No responde a necesidades de los pueblos”.