El pasado 14 de octubre representantes de al menos 150 ejidos del estado de San Luis Potosí y más de 400 habitantes de los pueblos originarios Teenek, Náhuatl y Xohuit, y miembros de organizaciones sociales se reunieron en la localidad de Axtla de Terrazas para participar en el III Encuentro Regional de Autoridades Comunitarias de la Huasteca Potosina: Desarrollo Comunitario, Territorio, Agua y la Vida.
El propósito del encuentro fue convocar a los comisariados ejidales y comunales, consejos de vigilancia y jueces auxiliares, a representantes de organizaciones civiles, comités de defensa de la madre tierra, así como a académicos e investigadores, para analizar de manera conjunta los proyectos que se pretenden realizar en la Huasteca Potosina, según informó en entrevista con esta casa editorial María Luisa Albores González, miembro de la Unión de Cooperativas Tosepan, quien participó en dicho encuentro.
El territorio de la Huasteca Potosina, indicó, se encuentra amenazado por proyectos de extracción de gas y petróleo a través de fracking, así como la introducción de gasoductos, termoeléctricas, el acueducto Monterrey VI y el represamiento del río Coy.
En esta región, señalo la ingeniero agrónoma, los pueblos originarios Teenek, Náhuatl y Xohuit han emprendido desde hace más de dos años una lucha de resistencia ante este tipo de proyectos, que por el momento ha detenido el desarrollo de la construcción del gasoducto y ha logrado el respeto de la parte alta de la selva de Xilitla.
“Sabemos que son luchas que no las podemos ver aisladas, que tendríamos que pensar que todo el territorio debiera ser libre de fracking” señaló.
“El fracking –técnica de fracturación hidráulica para la extracción de gas y petróleo–se llevaría toda la riqueza no solo de la biodiversidad que se tiene, que es una riqueza biocultural, hablamos del territorio de tres pueblos originarios, de especies endémicas de la región, y por el tipo de suelos y subsuelos que se tienen”.
En los próximos meses, anunció, se iniciará el proceso de autoconsulta de los pueblos originarios, lo que significa que por medio del máximo orden de decisión comunitaria, la asamblea se haga, se exprese, nuestro deseo: nosotros sí sabemos que queremos en nuestro espacio y territorio. Es decir no, a este tipo de megaproyectos, y que esto pueda ser respetado por el Congreso del estado y el Congreso federal.
“Que no quede ningún barrio, ninguna comunidad, ninguna localidad sin consultar de todos los poblados y municipios que están marcados para el uso de fracturación hidráulica y poder declarar territorio libre de fracking”.
Nosotros, finalizó, estamos intentando hacer la autoconsulta acá en la Sierra nororiental, en la zona baja del Totonacapan y ahora también con los hermanos de San Luis Potosí.