SER EMPRESARIO NO ES GARANTÍA

Con la colaboración de la Fiscalía General del Estado (FGE), la Procuraduría General de la República (PGR) indaga en Puebla los nexos que empresarios dedicados a la industria textil, inmobiliaria y de venta de gasolina podrían tener con Raúl Flores Hernández, líder de “Las Flores”, una célula del crimen organizado dedicada en el lavado de dinero.

El comportamiento de algunos cuantos, incluso si se tratara de una mayoría, no puede ser considerado el rasgo distintivo o la esencia de un gremio.

Sin embargo, en el caso de los empresarios es necesario resaltar que los líderes de las cámaras suelen llenarse la boca hablando de honestidad, combate a la corrupción y señalando siempre prácticas inmorales o hasta ilegales en el gobierno o los grupos sociales que exigen una repartición justa de la riqueza o pugnan por la defensa de los derechos civiles frente a la privatización.

Por eso resultará interesante que esas mismas cúpulas de hombres de negocios se aboquen ahora a buscar entre sus filas si hay acaso colaboradores o socios del capo blanqueador de fondos ilícitos y que vean la viga en el ojo propio antes de gritar a los cuatro vientos el hallazgo de la paja en el ojo ajeno.

Ser empresarios no los salva de las inmundicias y actos infames que se cometen en otros sectores de la sociedad, pero seguro que se granjearían una distinción fulgurante si acaso denunciaran las prácticas ilegales y sucias que seguramente se practican en su gremio.