Educación pierde en el casino o la mejor forma de echar a perder un plan. El primero de los foros muestra que el modelo de referencia –Luis F Aguilar dixit– no se conoce. Fue la reedición de eventos de simulación en la tradición priista.
Aguilar propone tres operaciones intelectuales y políticas en la formulación de una política pública antes de tomar la decisión. Estas son: la formación de la agenda, la definición del problema público y la construcción de opciones para resolverlo.
El problema puede definirse cuando menos de cuatro formas. Como un simple estado de dificultad o una discrepancia salvable. Pero también como la disonancia entre lo que es y lo que debería ser, o como una oportunidad. De ello depende la búsqueda de ideas para su solución.
La conferencia magistral, se supone, plantearía una idea general del problema educativo en Tlaxcala. No sucedió porque el dicente no tuvo la capacidad de relacionar, ni siquiera las categorías de competencia y mercado laboral.
Sin que el problema quedara construido, definido, clasificado o evaluado, se dio paso a la búsqueda de soluciones. En el fondo del casino se instalaron apretujadas 10 mesas en las que los participantes disfrutaron de tres minutos para presentar y consensar.
Los ciudadanos comunes y corrientes que tuvieron el interés de acercarse para ver cómo se jugaba con la educación en el casino, no tuvieron ninguna posibilidad de apostar. Las fichas se repartieron de antemano.
En el primer foro “Para Construir y Crecer Juntos” para elaborar el plan, el gobierno se posesionó de la escena pública. Fue notoria la ausencia de los actores del mercado y de la sociedad civil. En conclusión, fue un evento de y para la Secretaría de Educación Pública.
En política, recuerda Reyes Heroles, el fondo es forma. La educación pierde en el casino porque dos secretarios del gabinete apostaron en contra del proceso social para decidir los objetivos de la convivencia y las formas de coordinarse para realizarlos.