Cañada Morelos. Como presuntos responsables de agredir a comerciantes de la zona de Ciudad Mendoza, Veracruz, se encuentran detenidos en esa ciudad cinco elementos de la Policía de este municipio, además tres patrullas fueron quemadas por pobladores veracruzanos que acudieron a auxiliar a sus compañeros.
No es la primera ocasión en que se dan ataques contra los comerciantes de esa región de Veracruz, según narraron familiares de los agredidos, al narrar que hace dos meses también un joven fue asesinado en un asalto, mismo que perpetraron personas uniformadas, aunque finalmente se comprobó que no eran verdaderos policías.
En esta ocasión, indicaron, los comerciantes llegaron a vender a sus productos a Cañada y ahí pernoctaron, pero durante todo ese tiempo las tres patrullas estuvieron cerca de la zona de descanso.
A decir de los entrevistados, cuando los comerciantes emprendieron su regreso hacia Veracruz, fueron perseguidos por los patrulleros, por lo que vía telefónica pidieron apoyo a las comunidades de donde son oriundos y varios grupos se movilizaron para brindarles auxilio.
Fue a la altura de Puente Colorado, de la carretera Azumbilla–Ciudad Mendoza, donde les dieron alcance, los policías detonaron sus armas de fuego, pero ya había refuerzos de los de Veracruz, de modo que los cinco uniformados fueron detenidos por los pobladores de las comunidades de Atzompa, San Miguel y Atlahuilco.
Molestos por las constantes agresiones que sufren en esa zona poblana, dijeron, le prendieron fuego a las tres patrullas en que viajaban los policías, mismas que quedaron tiradas a orilla del camino, sin que autoridades de Cañada acudieran a retirarlas.
Los policías fueron trasladados por los inconformes hasta Ciudad Serdán, con el objetivo de exigir que se les inicie una investigación por la agresión que perpetraron contra los comerciantes.
Uno de los elementos policiacos iba lesionado por arma de fuego, a lo que los pobladores veracruzanos explicaron que él mismo se hirió, al parecer con el objetivo de hacer creer que les dispararon los comerciantes, lo cual negaron tajantemente, al indicar que no cargan armas de fuego porque no son delincuentes, sino personas que se ganan la vida honradamente con la venta de sus productos.