Un centenar de prostitutas por decisión marcharon al medio día de este jueves por las calles de Puebla para exigir un cese al acoso policiaco y el respeto a sus derechos humanos como su libertad sexual.
Aseguraron que no son víctimas de trata de personas, solo piden que las dejen trabajar a falta de propuestas de empleo por parte de las autoridades.
Escuchar sus historias corrobora que la vida ha sido siempre difícil, cabrona; que fueron víctimas del engaño incluso de sus maridos, quienes las prostituyeron para explotarlas; que tuvieron hijos y los perdieron porque no pudieron atenderlos ni darles educación.
“A muchas mujeres no nos queda otro camino que la prostitución, cuando vemos que no hay comida ni oportunidades de estudio para nuestros hijos”, respondió una de las trabajadoras.
Con pancartas en mano, las jóvenes, quienes en su mayoría apenas rebasan la mayoría de edad, lanzaron consignas en contra de agentes policíacos, quienes –revelaron– les piden favores sexuales para no ser detenidas.
Uno de estos policías, denunciaron a gritos, es el “comandante Durán”.
Las mujeres exclamaron que nadie las explota, sino que ejercen el oficio por su propia voluntad.
Para no ser identificadas, las trabajadoras se taparon el rostro con antifaces, cubrebocas, lentes oscuros y hasta los gorros de las sudaderas que vestían.
La marcha, que comenzó en la esquina de la 10 Poniente y 4 Norte, y concluyó en el zócalo capitalino, estuvo encabezada por una mujer de unos 50 años quien a diferencia del resto no llevaba el rostro cubierto. La misma mujer, pidió a los medios de comunicación no fotografiarla, aunque si declaró ante grabadoras que en Puebla se debería dar un carnet como en otras entidades o países, para ejercer la prostitución libremente.
Entre otras demandas también pidieron la liberación de tres jóvenes que fueron detenidos hace tres días, durante un operativo llevado a cabo por las autoridades, quienes supuestamente las obligan a prostituirse. En los últimos tres meses, la autoridad ha cerrado por lo menos 25 casonas antiguas del Centro Histórico, que son utilizadas como casas de citas para ejercer el sexoservicio.
Durante el recorrido de la protesta, advirtieron que si les siguen cerrando los hoteles, van a tener que salir a las calles a ejercer la prostitución.
–¿Las ha afectado el cierre de hoteles?
–Claro, mucho, porque no quieren vernos en la calle, entonces que nos abran hoteles, es lo que pedimos, y respeto.
“Los hoteleros no tienen nada que ver; la mayoría somos madres solteras; al contrario, nos dan mucha protección; si trabajamos en la calle es más peligroso”, arguyó una jovencita.
En protestas anteriores, las autoridades les informaron que no habrá una zona de tolerancia en Puebla, “pero tampoco nos dejan trabajar en las casonas que ya tenemos habitadas”.
Finalmente, recalcaron que ejercer el oficio en las calles de esta capital las pone en riesgo, pues existen casos de mujeres que han sido golpeadas y hasta asesinadas por sus clientes.