Durante “Diálogos con el rector”, Alfonso Esparza Ortiz aseguró que estos encuentros tienen como fin escuchar, de viva voz, propuestas, sugerencias y necesidades de la comunidad universitaria, a las cuales se les da seguimiento y respuestas concretas, según se informó en un boletín oficial.
El documento, emitido por la Dirección de Comunicación Institucional de la máxima casa de estudios, consignó que el jefe del gobierno universitario presentó el proyecto de un paso peatonal, a la altura de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, y la construcción de una ciclovía que conecte a la Escuela de Artes con el Complejo Cultural Universitario.
“Se trata de tener una comunicación cercana con todos ustedes para que juntos podamos encontrar soluciones a los diversos problemas, inquietudes y áreas de oportunidad que se presentan en todas y cada una de las unidades académicas”, precisó.
Al escuchar y dar respuesta inmediata a los planteamientos de la comunidad universitaria –de las escuelas de Artes y Artes Plásticas y Audiovisuales, la Facultad de Comunicación y el Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico–, el rector Alfonso Esparza presentó el proyecto de paso peatonal a la altura de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, en avenida Cúmulo de Virgo, el cual tendrá reductores de velocidad y los semáforos pertinentes de oriente a poniente y viceversa, así como un botón para dar el paso a los usuarios. Este proyecto fue aprobado mediante votación de los asistentes.
Para generar una mayor movilidad, a la par de garantizar la seguridad de los estudiantes, propuso la construcción de una ciclovía que conecte a la Escuela de Artes con el CCU. La pista pasará por el Parque del Ajedrez y se conectará a la ciclopista del bulevar Atlixcáyotl; será una extensión del programa Lobobici, por lo que funcionará bajo el mismo esquema que en Ciudad Universitaria. Ese proyecto se puso a consideración de los estudiantes, académicos y administrativos, quienes votaron a favor de su construcción.
Otro proyecto presentado fue la construcción de nuevos edificios para la Escuela de Artes, específicamente para el Colegio de Arte Dramático, con el fin de atender sus requerimientos de espacio. La primera etapa constituye la edificación de un inmueble de dos niveles. En la planta baja habrá cuatro talleres y dos bodegas; en el primer piso, aulas, salón de cómputo, vestidores y baños, y en el segundo, tres aulas, seis cubículos para profesores y uno para asesorías y sanitarios.