Como parte del programa “Una mirada abierta”, con el que se restaura una de las obras que forman parte del acerco del Museo Universitario Casa de los Muñecos, fue rehabilitado un óleo de Timotheus A. Silva, destacado pintor del siglo XVIII.
Se trata de “Lucrecia”, pintura que plasma a uno de los personajes más representativos de la tradición de la antigua Roma, a Lucretia (término en latín), hija de Espurio Lucrecio Tricipitino, quien en diferentes momentos históricos fue musa de artistas reconocidos como Rembrandt, Botticelli, Durero y el propio Rafael.
La historia, aceptada por la mayoría de los investigadores, relata que tras haber sido atacada sexualmente por Sexto Tarquino, hijo del último rey romano Lucio Tarquino, Lucrecia decidió quitarse la vida con un puñal. “Ninguna mujer quedará autorizada con el ejemplo de Lucrecia para sobrevivir a su deshonor”, fue lo que dijo antes de perecer, según los relatos.
El restaurador de “Lucrecia”, Francisco Javier Quirós, explicó su trabajo consistió en componer “un poco las lagunas que faltaban, conservarlas, reintegrarlas y nada más”.
Ante el público reunido en el Auditorio “Manuel Toussaint” del Museo Universitario, conformado por estudiantes, conocedores de arte y profesionales en restauración, el especialista dijo que el papel de un restaurador no debe sobresalir en una pieza intervenida.
“No cabe poner nada de tu parte en una obra, lo único que tienes que hacer es respetar el original. Lo que sí se puede es reintegrar los faltantes pero con técnicas especiales para que se vea que es tuyo y no del pintor, porque si no se estaría haciendo un repinte y eso actualmente no está permitido”.
De acuerdo con Javier Quirós, el repinte es la reposición de algún faltante de la capa pictórica original hecha por otra mano diferente al autor. Con una serie de láminas que mostraban otras obras intervenidas, los asistentes conocieron las principales formas de emplear esta técnica.
El Museo Universitario Casa de los Muñecos resguarda esta pintura intervenida como parte del programa “Una mirada abierta”, con el que se difunden algunas de las obras que forman parte del acervo que han pasado por un proceso de intervención.
Las pinturas de este museo pueden ser apreciadas por el público en general los lunes, martes, jueves y viernes, de 10 a 17 horas, y miércoles, sábados y domingos con horario extendido a las 18 horas, en la calle 2 Norte número 2, en el centro.