Los municipios de Tehuacán, Tulcingo de Valle, Puebla y San Pedro Cholula son los que tienen mayor incidencia de maltratos y agresiones a transmigrantes centroamericanos que transitan por la entidad en su destino hacia los Estados Unidos, según el Colectivo por los Derechos de la Diáspora (CDD).
Tan sólo en el año que está por concluir, la Comisión de Derechos Humanos realizó 411 intervenciones a favor de los migrantes en Puebla
Como resultado del Programa de Atención a Migrantes, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH Puebla) ha realizado 411 intervenciones en lo que va del año, entre recepción de quejas, testimonios, orientaciones e información sobre sus derechos y deberes.
Entre las metas establecidas por el organismo destaca la protección, difusión y respeto de los derechos de quienes transitan por territorio poblano en busca de una mejor calidad de vida en Estados Unidos, por ello a través del citado programa se pusieron en marcha diversas acciones.
De enero con la fecha la CDH Puebla recibió siete quejas donde autoridades de los municipios de Tehuacán, Tulcingo de Valle, Puebla y San Pedro Cholula fueron señaladas por transgredir los derechos humanos de centroamericanos durante su paso por la entidad.
A su vez, la comisión obtuvo 278 testimonios sobre las experiencias de migrantes en su intento de cruzar el país, también acudió en 112 ocasiones a las oficinas del Instituto Nacional de Migración, al Módulo de Información de la CDH Puebla en el municipio de Rafael Lara Grajales, al Dormitorio Municipal de Puebla, a la Casa de la Niñez Poblana, a la Casa del Adolescente y a la estación de tren denominada Jesús de Nazareno en el municipio de Chalchicomula de Sesma, todas estas actividades con el objetivo de informar a los migrantes sobre sus derechos y deberes.
También el organismo captó cuatro quejas de migrantes quienes refieren haber sido vulnerados por personal del Instituto Nacional de Migración, dichas quejas serán remitidas a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por ser la autoridad competente.
Los agravios a migrantes son diversos, pero las violaciones a derechos humanos pueden prevenirse por medio de la capacitación y difusión de sus derechos, por ende el organismo firmó convenios de colaboración con los 19 municipios que conforman el corredor migrante en Puebla, es decir: Acajete, Acatzingo, Altepexi, Amozoc de Mota, Chalchicomula de Sesma, Mazapiltepec de Juárez, Oriental, Palmar de Bravo, Puebla, Rafael Lara Grajales, San Gabriel Chilac, San Salvador Huixcolotla, Santiago Miahuatlan, Soltepec, Tecamachalco, Tehuacán, Tepanco de López, Tepeaca y Tlacotepec de Benito Juárez.
Como resultado de estos convenios se han capacitado a 156 servidores públicos y 400 personas, entre estudiantes, madres y padres de familia e integrantes de Organizaciones de la Sociedad Civil.
Ante la necesidad de atender la problemática que enfrentan los migrantes en el país, la CDH Puebla continuará con las tareas de difusión, a fin de que las violaciones a sus derechos sean erradicadas.
“Pobreza, la causa”
El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) denunció que “las condiciones de nuestras comunidades campesinas e indígenas que viven en la pobreza y miseria quedándoles como último recurso la emigración al extranjero y a las ciudades a cambiar su fuerza de trabajo a cambio de un mísero salario, y en todo caso a engrosar las filas del desempleo, condenado a perecer por inanición y por enfermedades curables”.
En un comunicado, la organización señala: “A 521 años de lucha y resistencia de los pueblos indígenas y campesinos, hoy en día en el siglo XXI las condiciones de opresión, explotación y miseria son un flagelo que persiste, las potencias primero colonialistas y ahora imperialistas se han ensañado con los pueblos, nos someten a diversas formas de esclavitud, cometen genocidios sin fin, destruyen nuestra cultura, nuestros valores, saquean nuestros recursos naturales y pretenden perpetuar su dominio de clase, pese a todos los intentos de exterminio en contra de nuestros pueblos, existimos.
“Nuestra resistencia no es pasiva, es activa, digna e histórica, después de la conquista de México en 1521 por la corona española nuestros pueblos continuaron la lucha, más de 300 rebeliones indígenas indican el carácter indomable de nuestros pueblos, la Guerra de Independencia fue parte de una culminación histórica de lucha y resistencia.
“En las comunidades marginadas campesinas e indígenas, aunado a las políticas de opresión y explotación, se continua una guerra de baja intensidad con hostigamiento constante en comunidades que luchan por la tenencia de la tierra y el agua, defienden los bosques de la tala inmoderada por las empresas nacionales y extranjeras que, por medio de los cuerpos paramilitares, amedrentan a la población, imponiendo por la vía de los hechos el terrorismo de Estado, con el objetivo de acallar el descontento popular.
“A ojos del pueblo está que los grupos paramilitares sirven a la lógica del capital y al autoritarismo dictatorial de politicastros, están estructurados desde el Estado con el objetivo de diseminar el terrorismo de Estado, ello explica por qué se opera al amparo de la impunidad para cometer los más degradantes crímenes contra el pueblo organizado, contra los que defienden los recursos naturales y contra todo opositor a las políticas neoliberales.
“La criminalización, la represión, la desaparición forzada, la tortura y las ejecuciones extrajudiciales han sido la única salida que los gobiernos en turno han dado a la exigencia del pueblo que clama justicia y defiende sus derechos constitucionales y humanos, con un saldo de más de 10 mil asesinatos en lo que va del presente sexenio, continuando la política de terrorismo de Estado en la administración actual, cuyo papel es salvaguardar los intereses mezquinos de la oligarquía y el imperialismo estadounidense principalmente.
“Pese a los discursos falaces de la democracia burguesa, continua la desaparición forzada como práctica sistemática que se aplica sexenio tras sexenio, intensificada y profundizada por los gobiernos panistas y ahora continuada por los gobiernos priistas.
“En todo el territorio nacional las comunidades campesinas e indígenas enfrentan la política del despojo y depredación del gobierno federal, lo poco que queda de selvas y bosques está siendo devastado para beneficiar a la oligarquía nacional y extranjera, el saqueo de minerales, la entrega de la explotación petrolera y de electricidad se convierte en un hecho cotidiano de la política de estado, para garantizar la acumulación de riqueza a los grupos de poder económico nacionales y extranjeros el gobierno pertrecha el estado policiaco militar, aplica en las comunidades indígenas y campesinas el terrorismo de Estado, reactiva la creación de grupos paramilitares en coordinación con el Ejercito y diversos cuerpos policiacos, lleva a cabo sistemáticas campañas de exterminio masivo y selectivo de luchadores sociales, más de 100 mil asesinados, más de 60 mil detenidos desaparecidos por motivos políticos y sociales, más de 13 mil ejecuciones extrajudiciales, así como centenares de presos por motivos.
“Autoritarismo gubernamental, crímenes de Estado, represión e impunidad constituyen un conjunto de medidas destinadas a imponer las reformas neoliberales, entre ellas la educativa como parte de las condiciones que demanda el capital para su reproducción en el actual contexto de crisis que vive el capitalismo.
“Crímenes de lesa humanidad de ayer y hoy que se pretenden ahogar desde el Estado en el silencio cómplice, en la desmemoria, en el autoritarismo gubernamental expresado en la campaña mediática de linchamiento contra todo acto de protesta popular, estudiantil o magisterial.
“Denunciar esta situación, despertar nuestra capacidad de asombro, sensibilizar a nuestro pueblo, crear conciencia política que genere las condiciones para acabar con esta política de exterminio son entre otros, los propósitos de la jornada de lucha durante el mes de octubre.
“Por eso llamamos al conjunto de los trabajadores asalariados a unificar esfuerzos y capacidades, a impulsar la unidad política, ideológica y de acción, a conformar un frente de masas orientado a contener esta nueva ofensiva represiva encaminada a imponer las reformas neoliberales con el propósito de afianzar la dictadura del capital.
“A estas alturas debemos comprender que toda expresión de lucha del movimiento campesino e indígena, popular, magisterial, estudiantil es parte de la lucha de clases, de la lucha de los oprimidos contra los opresores y por lo tanto cada triunfo o derrota nos afecta como pueblo, como clase proletaria”.