Por segunda semana consecutiva, vecinos de la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras frenaron la mañana de este miércoles la instalación de un tianguis, ante el incremento de muertes y contagios por el virus Covid–19 en la ciudad de Puebla.
Al cierre de esta edición, las autoridades correspondientes no hay emitido información oficial, como resultado del diálogo que entablaron con los vecinos de la junta auxiliar.
A primera hora, un grupo de pobladores con cubrebocas se apostó en la intersección de las calles Juan C Bonilla y Romero Rubio, en donde se instala un tianguis rodante cada miércoles, para exigir a los comerciantes informales que abandonaran el lugar porque ponen en riesgo a los habitantes.
Lo anterior, después de que el gobierno del estado emitió un decreto que prohíbe la instalación de tianguis en la capital poblana como una medida preventiva para poder contener los contagios por coronavirus.
La resistencia de los vendedores llegó al enfrentamiento verbal con los vecinos, quienes se vieron obligados a pedir el auxilio del presidente de Caleras, Gerardo Rodríguez, y de la Secretaría de Gobernación (Segom) del ayuntamiento de Puebla.
Esto con el fin de que intervinieran e impidieran que la situación saliera de control.
Algunos pobladores dijeron que entienden la difícil situación económica que viven los comerciantes ambulantes; sin embargo, advirtieron que no están dispuestos a romper con las recomendaciones emitidas por las autoridades sanitarias referente al Covid–19.
“Ya no queremos más muertes ni más contagiados en Puebla, entiéndalo por favor”, exclamó una señora, quien dijo que si se instalan les dejarán de comprar y hará un llamado a sus vecinos para que hagan lo mismo.
Los habitantes de San Jerónimo Caleras colgaron mantas en la calle Juan C Bonilla, donde se instala el tianguis, en el que se pudo leer: “Por la salud de todos, no se instalará el mercadito hasta nuevo aviso”, y “Ayúdanos a evitar la propagación de la pandemia”.
Otros vecinos pegaron pancartas en las entradas de sus viviendas, haciendo el llamado a quedarse en casa durante la emergencia sanitaria.
La presidencia auxiliar colocó una lona donde informa a los comerciantes que no podrán instalarse más en ese sitio hasta que concluya la contingencia, en el marco de sus facultades consideradas en la Ley Orgánica Municipal.
Por esta razón, las calles Juan C Bonilla, Romero Rubio y Juan Tamboriel quedaron acordonadas con cinta amarilla preventiva a fin de impedir la instalación de puestos.
Ante la prohibición, uno de los vendedores decidió regalar en el momento varios kilogramos de plátano a los vecinos, producto que tenía destinado este miércoles para su comercialización.
Otros comerciantes se retiraron del lugar y a otros más no les importó y decidieron colocar mesas y estructuras metálicas para la venta de frutas y verduras.
El pasado 29 de abril los vecinos cerraron por vez primera las calles del tianguis y, en su lugar, colocaron una lona en donde se pidió que por la salud de todos no se colocaran a vender como regularmente se efectuada cada ocho días.