Ante el temor de ser detenido, el dirigente de la organización “Amozoc Seguro”, Eloy Méndez, entregó una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador durante su reciente visita a Puebla para pedirle su intervención como ocurrió en el caso de Miguel López, defensor de la tierra y el agua en la comunidad de Santa María Zacatepec.
El escrito también fue dirigido al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y al secretario de Gobernación estatal, David Méndez Márquez.
En el documento –en poder de esta casa editorial- se hace un recuento de la violencia e inseguridad que se vive en Amozoc, la cual se recrudeció con la llegada del ex pastor de la iglesia La Luz del Mundo, Mario de la Rosa Romero, a la presidencia municipal.
Además, señaló que el gobierno local incurre en nepotismo, con más de medio centenar de familiares dentro de la nómina del municipio, desvío de recursos del programa federal Fortaseg, y la falta de obra pública, como conflicto de intereses, entre otros.
Por esta razón, Eloy Méndez expuso a López Obrador que en tiempo y forma solicitaron a la Auditoría Superior del Estado que se inicie una investigación exhaustiva a las cuentas públicas de Mario de la Rosa, y de ser necesario su revocación del mandato.
Sin embargo, informó que la falta de atención en el conflicto social que se vive en Amozoc, sumado a la creciente aparición de organizaciones criminales que se disputan el robo de Gas Licuado del Petróleo (LP), han orillado a la población a manifestarse en varias ocasiones.
Precisó que el pasado 23 de enero un grupo de ciudadanos y transportistas mantuvieron una manifestación enfrente de la presidencia municipal y bloquearon por algunos minutos la carretera federal a Tehuacán, a la altura de la demarcación, en demanda de seguridad y tranquilidad para sus familias.
“La situación salió de control cuando el presidente Mario de la Rosa, quien ese momento de la manifestación se encontraba al interior de la alcaldía, incitó a los disturbios a través de la infiltración de un ‘grupo de choque’ que quemó una patrulla y un vehículo particular”, afirmó.
Desde entonces, Eloy Méndez, quien en el momento de la quema de la patrulla se encontraba en la toma de la carretera federal a Tehuacán, dijo que fue señalado de ser el responsable de los hechos violentos.
A raíz de entonces, denunció que una patrulla municipal –la número 026- vigila de cerca su vivienda y todos sus movimientos.
En los últimos dos años, argumentó que Amozoc, ubicado en el área metropolitana a la ciudad de Puebla, se ha convertido en una de las localidades más inseguras del estado al registrar la disputa de bandas huachicoleras, la ejecución de al menos seis policías municipales de manos del crimen organizado, el robo a transporte de carga y pipas, aunado a una incipiente administración encabezada por Mario de la Rosa.
Expuso que en el mes de abril un empresario ganadero que fue secuestrado durante una fiesta en Cholula, fue degollado en una casa de seguridad de Amozoc; mientras que otro caso que cimbró a la comunidad fue el feminicidio de una joven de 30 años, quien fue asesinada por su ex esposo, el cual se dedicaba a sacrificar perros en honor a la santa muerte.
Aclaró que en un afán de deslindarse de la inseguridad y violencia, las autoridades municipales alegan que Amozoc es un tiradero de cadáveres, no obstante, reviró que la mayoría de los asesinatos se han ejecutado dentro del territorio de la localidad.
Actualmente, afirmó que Amozoc atraviesa una de sus peores crisis por la inseguridad, y tanto el gobierno estatal como el municipal han intentado reforzar la vigilancia con patrullas, pero no cuentan con una estrategia de combate que hasta el momento haya dado resultados.
Desde entonces, sostuvo que no hay semana libre de reportes de asesinatos, secuestros, robos con violencia y casas de seguridad.
Eloy Méndez es fundador de la organización “Amozoc Seguro” y el Movimiento “Agua para Amozoc”, y desde hace tres trienios encabezó la defensa del trabajo de artesanos y comerciantes informales, así como el derecho al acceso al agua en fraccionamientos y conjuntas habitacionales que se instalaron en contubernio con las autoridades sin contar con los servicios básicos para ser municipalizados.