Jueves, abril 25, 2024

Para valorar la historia, INAH pone a consulta 119 mil 29 fichas del patrimonio cultural del país

Destacamos

Un pueblo que no conoce, no valora ni defiende sus monumentos, es un pueblo que acabará perdiendo su historia y, por lo tanto, su memoria e identidad. Esa premisa, ha estado presente en la labor sistemática del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles y del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, que, en los últimos años, a través de sistemas consultables vía internet, han buscado una mayor armonización entre sus datos asentados. 

Ruth García Fernández, subdirectora de Catálogo y Zonas de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH), y Sara Kraudy Ortega, encargada del Sistema de Publicación y Administración del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles, compartieron esa reflexión durante su participación en el primer Congreso sobre registro público del patrimonio cultural.  

Ambas especialistas abordaron el vínculo entre uno y otro sistema, sus retos y oportunidades, en el encuentro virtual organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el cual reunió a más de 30 investigadores. 

Destacaron que el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos es, gracias a los avances de las tecnologías de comunicación e información, un sistema que pone a disposición pública aproximadamente 85 mil 851 fichas, cifra que no equivale a monumentos, ya que también se encuentran conjuntos, ni tampoco son todos los existentes en el país. 

García Fernández refirió que, hasta septiembre de 2020, dicho catálogo cuenta con 119 mil 29 fichas; y si bien la mayoría de la información se encuentra en un nivel básico, el desafío a mediano plazo es migrar el restante de fichas —que se hallan en diversas plataformas— al sistema en línea. 

Las expertas precisaron que el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles es una herramienta meramente académica, la cual identifica y reconoce el patrimonio a proteger; y es la base con la que se realiza la inscripción en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, por lo que estos instrumentos deben reflejarse uno en el otro. 

Detallaron que el Registro Público es un instrumento que otorga certeza jurídica, así como protección legal, y en él se inscriben los monumentos históricos inmuebles pertenecientes a la federación, estados y municipios, los organismos descentralizados, empresas de participación estatal, así como los de propiedad de personas físicas y morales, en términos de la ley. 

En el caso de los públicos, organismos descentralizados y empresas de participación estatal, la inscripción se puede dar por oficio. Para los que están en manos de particulares, se ofrece el trámite que se denomina: Registro de un monumento histórico inmueble a petición de parte, ante el INAH, con el formato INAH-03-001-C. Este es gratuito y tiene un plazo de 10 días hábiles como tiempo máximo de respuesta. 

La arqueóloga Sara Kraudy Ortega hizo hincapié en que la inscripción de un inmueble en tal registro, no determina la autenticidad del bien, pero sí garantiza legalmente su conservación: “La inscripción proporciona a los monumentos, un documento similar a lo que sería para los individuos la cédula de identidad ciudadana”. 

Al respecto, dijo que existe desbalance entre los avances de catalogación y registro, toda vez que hay 11,260 monumentos históricos registrados, y se tienen poco más de 119 mil monumentos catalogados, “aquí la mayoría de inmuebles monumentos históricos son de propiedad privada, por lo que se requiere de la iniciativa del propietario para su inscripción. No obstante, existe el temor infundado, por su parte, de perder sus propiedades. 

“De ahí que se requiere desarrollar e impulsar un programa hacia los particulares para que acudan a registrar sus inmuebles históricos, destacando los beneficios e implicaciones que conlleva, así como la importancia de este instrumento para la preservación del legado arquitectónico”, sostuvo. 

Relató que, en 2008, fue eminente la sistematización y centralización de la inscripción pública de los monumentos arqueológicos, paleontológicos e históricos, muebles e inmuebles, mediante una herramienta digital para una protección más eficiente y controlada del patrimonio, desde una sola instancia. 

Ello dio lugar al Sistema Único de Registro de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, el cual fue desarrollado a lo largo de ocho años en coordinación con la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, de la UNAM. Este sistema ha pasado por una serie de actualizaciones y mejoras, y actualmente se encuentra en un proceso de reajuste y de cambio de la Web 2.0 a la Web 3.0. 

En palabras de Kraudy Ortega, estas dos instancias (catálogo y registro) han estrechado su colaboración para, entre otros aspectos, homologar la información contenida en ambos sistemas. Esto implica la definición de conceptos básicos como las clasificaciones relacionadas con los términos de categoría, género y tipo arquitectónico; y la revisión y reorganización de las listas de categoría, que hoy en día se están homologando con el Tesauro de Arte y Arquitectura del Instituto de Investigación Getty, a fin de generar una correspondencia entre los campos con un respaldo de conceptos, cuyos términos constituyan herramientas destinadas a una efectiva organización de la información digital. 

Asimismo, se han celebrado convenios con otras instituciones como la Conferencia del Episcopado Mexicano y el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, con objetivo de revisar y validar la información relacionada con los inmuebles, de modo que en ambos instrumentos se asienten los datos correspondientes, conforme la autoridad en la materia. 

Un reto más es la formación de especialistas y la coordinación interinstitucional; y mantener los sistemas de catálogo y de registro, tecnológicamente actualizados. 

Se trata de un trabajo largo que sigue desarrollándose, toda vez que existen municipios donde aún no se han realizado estudios de prospección en campo que permitan determinar los monumentos históricos susceptibles de ser catalogados, conscientes de que el patrimonio edificado es irremplazable y se tiene la obligación de conservarlo para las generaciones futuras, concluyeron las especialistas. 

Las cifras de inscripción y catalogación al 31 de agosto de 2020 son, en el caso de Sitios, monumentos y localidades inscritos: arqueológicos 54 mil 97; paleontológicos, 113; e Históricos 11 mil 260. En el caso de sitios y localidades catalogados: son 54 mil 198 arqueológicos, y 113 palentológicos. 

Ultimas

Ya trabajan con Morena, pero sigue impugnando su expulsión del PRI

Jorge Estefan Chidiac y cuatro diputados locales más con licencia siguen impugnando la decisión que tomó el PRI en...
- Anuncios -
- Anuncios -