La mayor recompensa que Nelly Santamaría López recibe por su trabajo, es la mejoría de la salud de sus pacientes a través de masajes terapéuticos y el uso de plantas medicinales.
Hasta ahora su mayor satisfacción es el caso de una persona que logró caminar de nuevo.
“Tenemos entendido que había sido tratada por un médico general que le colocó agujas de acupuntura. Su problema llegó a nuestras manos; era una señora que no podía caminar y no podía mover las manos”.
Después de un mes de atención a base de masajes, esa mujer llegó por su propio pie, apoyada en un bastón, señala.
El masaje terapéutico es un tratamiento que se complementa con plantas medicinales de la región de El Carmen Tequexquitla, de donde Nelly es vecina.
“Hacemos extractos naturales y shampoo; varias cosas para aprovechar nuestra naturaleza”.
En 2014 se introdujo en esta área a partir de la realización de cursos en la Misión Cultural 214Z, derivada de un convenio entre ésta y el municipio. Consistió en una amplia formación a través del taller en materia de salud.
“Esas misiones están dirigidas a las personas que quieren tener un empleo más y una economía mejor para sus familias”, expone.
Nelly se enfocó a aprender la técnica del masaje terapéutico por su “espíritu de ayudar a las personas” que requieran bienestar físico.
“Es por una cuestión de salud, porque siempre me llamó la atención ayudar a los demás. Ahora para mí es una satisfacción ayudarlas de esta manera; que digan, me siento mucho mejor”, asienta.
En un lapso de dos años aprendió primeros auxilios, con certificación de la Cruz Roja; extractos naturales; a elaborar recetas saludables, shampoo y jabones; a realizar masajes diversos como el terapéutico para sanar al paciente, tuina, sueco y relajante; aromaterapia, corrección de postura, introducción a la acupuntura y reflexiología podal.
En 2016 obtuvo su diploma como terapeuta en medicina natural.
“La doctora Laura Salazar Ruiz fue nuestra tutora, quien desde el inició nos instruyó con teoría y práctica”, dice.
A la fecha, Nelly cuenta con una cartera de aproximadamente 20 clientes fijos.
“Pero –lamenta– en nuestra región es muy difícil que la gente confíe en su propia gente, entonces es un poquito difícil que crean en uno, desgraciadamente”.
Esta situación genera que la terapeuta ofrezca su trabajo en ciudades de otros municipios.
Desde siempre, Nelly ha mantenido su gusto por el cuidado y atención a la salud de las personas. De haberse propiciado las condiciones hubiera estudiado medicina, “pero –agrega– desgraciadamente no se pudo”.
Sin embargo, con este oficio que desempeña ve realizada su aspiración.
Ya planea estudiar quiropraxia, relacionada a la corrección de ósea del cuerpo y de los nervios.
“Me nace seguir preparándome en estas áreas por una cuestión de ver a varias personas de mi familia con algún mal, de hecho fue uno de los motivos para realizar el curso”.
Ante la incredulidad y desconfianza por parte de algunos segmentos de la sociedad, Nelly sale a la defensa de la medicina natural como una alternativa para sanar el cuerpo humano.
“Yo creo en lo que nuestros antepasados nos han dejado, como esta medicina, pues antes no se necesitaba de pastillas, simplemente de plantas”, enfatiza.
Con hierbas medicinales se elaboran extractos de pasiflora para el tratamiento del sistema nervioso, pues causa relajación; hay otros a base de mirto blanco, el cual se encuentra en cerros y sirve para contrarrestar sensaciones de temor, explica.
Nelly exalta las propiedades curativas de las plantas
También se hacen gotas con árnica y siempre viva. La segunda de éstas se usa para calmar un dolor de muela. “Hay una gama extensa de plantas”, subraya.
Nelly Santamaría López recomienda utilizar estas alternativas en lugar de medicamentos farmacéuticos.
“Veo que a la gente empieza a llamarle la atención este tipo de medicina”, acentúa.
Y pide “confiar más en lo que nuestros antepasados nos han dejado como herencia; nuestras plantas, nuestra naturaleza, que son muy nobles para nuestra salud”.