A nueve meses de egresar de la universidad, Fernanda Lara sigue en la búsqueda de empleo. En esta exploración se percata que las oportunidades se brindan a personas “recomendadas por políticos”.
En diciembre de 2017 se graduó de la Licenciatura de Criminalística en una universidad del estado de Puebla.
Todavía no consigue trabajo; sin embargo, su objetivo es ingresar a alguna Procuraduría de Justicia o a la Policía Federal en el área de investigación.
Lamenta la falta de oportunidades para ser contratada.
“Porque ahora piden experiencia, algo que avale que no se cometan errores, es muy difícil en este campo, exigen mucho”, expresa.
Para Fernanda otro factor que impide acceder a un trabajo “es la falta de influencias, de recomendaciones de algún personaje. Eso –anota– cuenta mucho”.
“Sí tiene uno buena comunicación o relación con los políticos sí entra uno a una institución, si no cuenta uno con ese apoyo, es más difícil”, expone.
Le preocupa que un profesionista se vea obligado a dedicarse a otra actividad o a un oficio porque no encuentra espacios para ejercer su carrera.
“Es muy complicado para los egresados tener un empleo de manera inmediata, a pesar de toda su preparación académica, por eso varios terminan en otra cosa que no querían”, apunta.
En charla con La Jornada de Oriente, Fernanda refiere que este tipo de situaciones desalientan “un poco” a los estudiantes.
“Incluso desde el ingreso a la universidad hay dificultades, pues en ocasiones está condicionado a una recomendación”.
“Nos decían, no vas a tener un trabajo si no tienes el apoyo, eso desanima, pero les contestábamos, esto nos gusta, por eso estamos acá, porque podemos”.
Considera que en esta profesión las oportunidades son muy reducidas y hay que pasar varios filtros para obtener un empleo.
A esta realidad se enfrenta la joven de 21 años de edad.
Sin embargo, es acompañada por sus familiares para buscar vacantes tanto en Tlaxcala como en otras entidades.
Está consciente de que en la mayoría de los casos un recién egresado “debe empezar desde abajo e ir escalando poco a poco”.
A pesar de las adversidades, Fernanda se muestra optimista y ávida de aplicar sus conocimientos.
Comparte que consagró toda su energía para cumplir la meta de concluir esta licenciatura.
“Desgraciadamente en el estado no contamos con esta carrera, solo tiene criminología, que es muy diferente a criminalística, pero tenemos que buscarle a ver dónde hay, para sobresalir y ayudar a la familia”.
Cuesta mucho esfuerzo salir a estudiar a otro estado, tanto económica como físicamente, no solo a los padres de familia que solventan el gasto, sino para el propio alumno.
Durante un año viajó diariamente de Puebla a Tlaxcala. “Partía a las cuatro de la mañana y regresaba ya en la tarde, uno se desgasta”.
“Hay que pagar pasajes, hospedaje y comidas. Esto fue durante tres años y medio. Extrañaba la comida de casa”, dice.
Su aspiración es iniciar una maestría en criminología en septiembre próximo.
“Para no estancarme y si se puede después seguir con el doctorado, porque ahora exigen más estudios para ser contratado”, enfatiza.
También proyecta realizar una especialidad en penitenciaría, otra de las ramas que le apasionan.
Fernanda pretende alcanzar el éxito, pues cree firmemente en sus convicciones.
“La juventud debe luchar por lo que quiere, levantarse temprano, ir a trabajar, sin importar horarios, porque es algo que nos gusta”.
Asienta que todo esfuerzo conduce a la prosperidad, por lo que su entusiasmo no desfallece y, por el contrario, cada día se fortalece.
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Fernanda Lara sigue se graduó de la Licenciatura de Criminalística en una universidad del estado de Puebla y aunque aún no consigue trabajo, su objetivo es ingresar a alguna Procuraduría de Justicia o a la Policía Federal en el área de investigación