Los alacranes son animales de patas articuladas de la clase arácnida, del orden scorpionida y de la familia buthidae, con una distribución muy amplia en la naturaleza con más de mil especies conocidas; se les encuentra desde las costas hasta más de 2 mil metros sobre el nivel del mar; están dotados de una porción acumuladora de veneno en la parte distal del abdomen, en un ensanchamiento que llamamos aguijón, que les es útil para envenenar a sus futuras víctimas, que por supuesto incluyen al hombre.
Cuando al humano le inyectan veneno es generalmente accidental y pocas veces mortal, excepto a los menores de 5 años de edad. Se puede diagnosticar, se puede tratar y es prevenible su picadura. Los alacranes están distribuidos en todo el mundo, aunque prefieren los climas cálidos secos; en América se les ha reportado desde Canadá hasta el círculo polar antártico; son de hábitos nocturnos y salen de sus guaridas para comer grillos, cucarachas o arañas. Durante el día se encuentran en lugares oscuros o techos de casas.
El estado de Durango reporta el mayor número de muertes en la República donde hay de 500 a 900. El cuerpo del alacrán esta dividido en tres zonas: prosoma, mesosoma y metasoma.
En el prosoma o porción anterior, equivalente a la cabeza y tórax, se localizan los quelíceros o pinzas bucales, los pedipalpos a manera de manos o antenas y está cubierto de un caparazón en el que sobresalen dos ojos grandes y pares de ojos chicos. Salen del tórax 4 segmentos que serán patas largas de 8 segmentos.
El mesosoma, epistoma o abdomen es ancho con 7 porciones, con placas dorsales duras y ventrales blandas; el primer segmento tiene una rama pectinada que son sus órganos táctiles útiles en el acercamiento o cópula donde se encuentra el orificio genital u opérculo en la base de las pectinas. El metasoma es el postabdomen, es largo delgado, tiene 5 segmentos, en el último esta el orificio anal y en la punta un ensanchamiento o telson con dos glándulas venenosas que desembocan en un afilado aguijón.
Cuando el macho efectúa una danza nupcial toma a la hembra con sus pedipalpos y la jala para que la hembra coloque su opérculo genital en el espermatoforo. Cumplida la tarea de apareamiento se aleja rápidamente para no ser devorado por la hembra, que parirá de 6 a 90 alacrancitos, los que sube a su dorso, donde permanecen hasta su primera muda y alcanzarán el estado adulto después de 8 estados linfales.
En México hay 28 especies de centruroides estudiados por Hoffman, siendo la especie noxius la más peligrosa o alacrán de Nayarit, en Puebla se encuentra el centruroides limpidus limpidus, conocido como alacrán de Iguala, de más menos cinco centímetros.
Su picadura provoca un cuadro clínico leve caracterizado por picadura con sensación anormal en el sitio del picado y la nariz. Un cuadro clínico moderado que se acompaña de dificultad para tragar, escurrimiento de saliva, inquietud, distensión abdominal, fasciculaciones linguales y dolor retroesternal. El cuadro clínico severo tiene además la sensación de cuerpo extraño en la garganta, ojos móviles, convulsiones, vómitos, imposibilidad para moverse, ceguera transitoria, hipertensión, edema agudo pulmonar y muerte. Estos cuadros clínicos se tratan con suero antialacrán y remiten en 30 a 60 minutos.